Legisladores de Luisiana aprobaron un proyecto de ley que permitirá a los jueces ordenar la castración quirúrgica de personas declaradas culpables de delitos sexuales contra menores de edad. Esta medida busca combatir los delitos sexuales con agravantes, como la violación, incesto y abuso, especialmente cuando las víctimas son niños menores de 13 años.

Si el gobernador republicano Jeff Landry promulga esta ley, Luisiana se convertiría en el primer estado en la nación en permitir la castración quirúrgica como castigo para los criminales sexuales. Hasta ahora, algunos estados como California, Florida y Texas han implementado la castración química, pero la idea de que un juez pueda ordenar la castración quirúrgica es un tema polémico y sin precedentes.

La castración química utiliza medicamentos para bloquear la producción de testosterona con el objetivo de reducir el deseo sexual. La castración quirúrgica es un procedimiento mucho más invasivo. Aunque en Luisiana ya se ha permitido la castración química como castigo en ciertos casos, la adopción de la castración quirúrgica marca un nuevo nivel de severidad en la lucha contra los delitos sexuales.

La senadora estatal republicana Valarie Hodges expresó durante una audiencia de comisión en abril pasado que esta medida es una consecuencia necesaria para estos crímenes atroces. Según Hodges, ir más allá de simplemente encarcelar a los culpables es crucial para proteger a los menores y prevenir futuros actos delictivos.

El proyecto de ley recibió un amplio apoyo en ambas cámaras del Congreso estatal, dominadas por el partido republicano. Sin embargo, los demócratas en su mayoría votaron en contra de la iniciativa, a pesar de que fue redactada por la senadora demócrata Regina Barrow. Ahora, la decisión final queda en manos del gobernador Landry, quien tendrá que decidir si promulga o veta esta controversial medida.

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