Bajo el lema ‘hoy más que nunca, nunca más’, decenas de miles de argentinos se congregaron este domingo para conmemorar el aniversario del golpe militar que hace 48 años dejó miles de muertos y desaparecidos. Esta marcha, que ha marcado el Día de la Memoria desde hace décadas, adquiere este año un significado aún más profundo debido al gobierno actual y su postura cuestionable sobre el tratamiento histórico de la dictadura.

Argentinos hacen un reclamo de justicia y memoria

La convocatoria, liderada por organizaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, fue una expresión de rechazo al Gobierno de Javier Milei, que ha resultado criticado por su discurso negacionista sobre los crímenes de la dictadura. Este gobierno, considerado ultraderechista, ha cuestionado públicamente el número de desaparecidos y ha puesto en duda la magnitud de los crímenes cometidos durante el régimen militar.

En el corazón de Buenos Aires, los manifestantes desplegaron carteles con consignas como ‘memoria sí, miedo no’ y ‘todo está guardado en la memoria’, reafirmando su compromiso con la verdad histórica y la justicia. Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, exigió juicio y castigo para los responsables de los crímenes de lesa humanidad, señalando especialmente al poder económico y empresarial implicado en el genocidio.

Un llamado a la resistencia y la solidaridad

La marcha se describió como un ‘grito de rebeldía’ contra un gobierno que algunos ven como fascista y que amenaza con socavar los valores democráticos y los derechos humanos. La participación de personas de todas las edades y sectores de la sociedad refleja la determinación del pueblo argentino de no olvidar su historia y de luchar contra cualquier intento de distorsionarla o negarla.

Por otro lado, la crisis económica y social que atraviesa Argentina ha generado un clima de tensión y malestar, lo que hace que la movilización en defensa de la memoria y la justicia sea más relevante que nunca. De esta manera, la presencia de las principales centrales sindicales del país en la marcha subraya la necesidad de unidad en tiempos difíciles y la importancia de mantener viva la llama de la resistencia y la solidaridad.

A pesar de los desafíos y las amenazas, los argentinos continúan su lucha por la verdad y la justicia. A 48 años del golpe, más de mil personas han sido condenadas por crímenes de lesa humanidad, un testimonio del compromiso del país con la búsqueda de la verdad y la reparación para las víctimas y sus familias. La marcha de este año es un recordatorio poderoso de que la memoria colectiva es fundamental para construir un futuro más justo y democrático.

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