Alguien excavó las tumbas en la tierra y las dividió en tres partes: un pasadizo, una pared de ladrillo sellada y la cámara funeraria propiamente dicha. Sun Zhaofeng, investigador del Museo de Yantai y líder del proyecto, dice que este tipo de construcción es poco común en la zona y difícil de detectar.
“La gente construyó las tumbas de forma ininterrumpida a lo largo de un amplio periodo de tiempo entre las dinastías Tang y Qing (1644-1911).Hemos encontrado varios tipos diferentes de construcción”, explicó Sun al diario Global Times.
Así pues, se trata de un testimonio único de la diversidad y el cambio cultural a lo largo de más de mil años de historia. Además, el descubrimiento ofrece una oportunidad para preservar y proteger este patrimonio arqueológico. Por último, el hallazgo también puede atraer el interés del público y fomentar el turismo cultural en la zona.
Los espejos de bronce son uno de los objetos más representativos de la cultura china antigua. Se usaban tanto para fines prácticos como rituales, y se decoraban con motivos geométricos, animales, plantas o escenas mitológicas. Algunos incluso tenían inscripciones con mensajes auspiciosos o filosóficos.
Los arqueólogos esperan seguir excavando el cementerio de Yantai y descubrir más secretos sobre las antiguas civilizaciones que habitaron esta región.