En el último comunicado emitido por el Ministerio de Salud Pública libanés, se confirmó que el número de personas fallecidas tras el ataque de las Fuerzas Armadas de Israel al centro de Beirut aumentó a 20, mientras que otras 66 resultaron heridas. Este suceso ha dejado a voluntarios y equipos de rescate en busca de sobrevivientes entre los escombros.

El ataque se realizó durante la madrugada del sábado, cuando un edificio de ocho pisos en el barrio capitalino de Basta fue blanco de los bombardeos israelíes. Según el comunicado ministerial, las labores de rescate continúan con la ayuda de excavadoras y equipo pesado para despejar los escombros, donde se han encontrado «una gran cantidad de partes de cuerpos».

La Agencia Nacional de Noticias (ANN) libanesa informó que, tras el ataque, quedó un enorme cráter en la zona producto del uso de bombas rompe-búnkeres por parte de las Fuerzas Armadas de Israel. Esto se suma a una serie de ataques intensificados en diferentes puntos del Líbano, incluida la ciudad de Tiro y otras zonas del sur, así como en Baalbek-Hermel, en el noreste del país.

En los recuentos de las autoridades sanitarias libanesas, los ataques del viernes dejaron un total de 25 personas muertas y 58 heridas. Desde el inicio del conflicto, se estima que las agresiones israelíes han cobrado la vida de al menos 3.670 personas y dejado a 15.413 heridos, según el informe del Ministerio de Salud Pública libanés.

El conflicto en la región continúa cobrando vidas y dejando un rastro de destrucción. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el aumento del número de muertos y heridos tras el ataque israelí al centro de Beirut, en una muestra más de la fragilidad de la situación en Oriente Medio.

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