En un marcado cambio de tendencia, aproximadamente el 90% de las inversiones extranjeras que inundaron el mercado bursátil chino en 2023 se han retirado abruptamente, evidenciando una creciente desconfianza hacia la promesa del régimen de Xi Jinping de revitalizar una economía tambaleante.

Este éxodo, revelado por el Financial Times a través del análisis de datos del sistema de negociación Stock Connect de Hong Kong, refleja el creciente pesimismo de los gestores de fondos internacionales sobre las perspectivas de la segunda mayor economía del mundo.

La disminución drástica de la inversión extranjera neta en acciones cotizadas en China, que ha caído un 87% desde su punto máximo en agosto hasta apenas 30.700 millones de RMB, se atribuye a una serie de preocupaciones amplificadas por el impago de bonos de la promotora Country Garden, revelando la gravedad de la crisis de liquidez en el sector inmobiliario chino.

A pesar de indicadores económicos positivos y avances diplomáticos aparentes entre Estados Unidos y China, el índice de referencia chino CSI 300 ha experimentado una caída superior al 3%, mientras que los índices mundiales, como el S&P 500, han registrado un aumento del 4,7% este mes.

Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia-Pacífico de Natixis, destaca la desconexión entre la mejora de los datos económicos y el pesimismo de los inversores, sugiriendo una resignación colectiva entre ellos respecto al potencial alcista del mercado chino.

La incertidumbre sobre los sectores prometedores de la renta variable china persiste, encapsulando el profundo escepticismo que rodea la trayectoria económica del país.

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