Viena.- Tras la histórica victoria del partido de extrema derecha FPÖ en las elecciones, las negociaciones para formar una coalición de gobierno han comenzado oficialmente. El líder del FPÖ, Herbert Kickl, se encuentra en una posición delicada, ya que su retórica radical y antieuropea ha hecho que ningún otro partido quiera aliarse con él.

El ascenso de Kickl al poder se ha comparado con otros líderes de extrema derecha europeos, como Geert Wilders en los Países Bajos y Marine Le Pen en Francia, que han tenido dificultades para formar gobiernos estables.

A pesar de las comparaciones con otros líderes nacionalistas, Kickl logró un impresionante 28,8% de los votos en las elecciones, superando a los conservadores y marcando un hito en la política austriaca. Sin embargo, las protestas y la incertidumbre sobre su liderazgo han planteado dudas sobre su capacidad para formar un gobierno estable.

El ambiente político en Austria se describe como «revolucionario» por el diario Kronen Zeitung, con un juego de póker político que se espera que sea largo y turbulento. Las negociaciones para formar un gobierno suelen durar más de dos meses en Austria, y el presidente Alexander van der Bellen tendrá la difícil tarea de decidir a qué partido otorgar el mandato para formar gobierno.

Si bien Kickl y el FPÖ podrían ser los candidatos naturales para liderar las negociaciones, su retórica radical y su pasado vinculado a exnazis han levantado preocupaciones en la sociedad austriaca. Los conservadores del ÖVP también podrían tener una oportunidad de formar gobierno, a pesar de haber sufrido una derrota histórica en las elecciones.

La posibilidad de una coalición tripartita con los socialdemócratas del SPÖ y el partido liberal Neos también está sobre la mesa, aunque las diferencias ideológicas entre los partidos podrían dificultar las negociaciones.

Podría interesarte:

• Contaminación e incendios golpean a Brasil
• Estados Unidos destina 567 millones de dólares a la defensa de Taiwán