Bernardo Arévalo de León asumió como presidente de Guatemala, tras más de ocho horas de retraso, en una jornada caótica en la que líderes internacionales expresaron su apoyo al mandatario y exigieron respeto a la democracia. “Nunca más el autoritarismo”, proclamó el nuevo presidente de Guatemala, Arévalo, al ser investido jefe de Estado del país centroamericano.

En su primer discurso como presidente, Arévalo afirmó: «El pueblo de Guatemala ha demostrado su sabiduría y las instituciones han protegido el deseo soberano de vivir en democracia». El mandatario destacó el papel de la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral en la defensa de los valores democráticos.

Arévalo asume como presidente

Arévalo recibió la banda presidencial de manos del presidente del Congreso, Samuel Pérez Álvarez, quien también asumió su cargo este domingo. La ceremonia estuvo marcada por la ausencia del mandatario saliente, Alejandro Giammattei, quien envió los símbolos institucionales a través de su secretaria.

Tanto Arévalo como Pérez son dos de los fundadores del Movimiento Semilla, partido político surgido de las manifestaciones contra la corrupción en Guatemala en 2015, que culminaron con la caída del Gobierno de Otto Pérez Molina. En su discurso, Arévalo agradeció a los jóvenes guatemaltecos por no perder la esperanza y a los pueblos indígenas por defender la democracia.

La ceremonia de investidura, que se llevó a cabo en el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias, fue acompañada por el concierto para violín y orquesta «La Primavera» del compositor italiano Antonio Vivaldi. Arévalo, con su esposa Lucrecia Peinado a su lado, ingresó al recinto entre aplausos y sonrisas, a pesar de las más de diez horas de retraso que sufrió el evento.

Arévalo apuesta por el desarrollo

El nuevo presidente ha prometido una «nueva primavera» para Guatemala, inspirado en el Gobierno de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, que gobernó entre 1946 y 1951 y fue reconocido por su desarrollo en el país.

Arévalo y el Movimiento Semilla fueron objeto de persecución por parte del Ministerio Público y los magistrados del Tribunal Supremo Electoral desde que obtuvieron el segundo puesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Sin embargo, lograron mantenerse firmes en su lucha contra la corrupción y finalmente alcanzaron la victoria en las urnas.

El nuevo presidente de Guatemala llega al poder con una postura anticorrupción, compartida también por su partido. El Movimiento Semilla se formó a raíz de las manifestaciones de 2015, que marcaron un hito en la lucha contra la corrupción en el país y llevaron a la caída del presidente Otto Pérez Molina.