El Gobierno de Brasil resalta la importancia de contar con la presencia del presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la próxima cumbre del G20 programada para noviembre de 2024 en Río de Janeiro.

El principal asesor presidencial, Celso Amorim, enfatiza que una conferencia del G20 sin la participación de Rusia sería considerada incompleta, especialmente al abordar temas cruciales como la reforma de la gobernabilidad global.

Amorim sostiene que Rusia es «un actor necesario» y argumenta que la ausencia del presidente Putin va en contra de los intereses del G20.

En este contexto, Brasil, que ostenta actualmente la presidencia pro témpore del bloque, rechaza la orden de detención emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra Putin por supuestos crímenes de guerra en Ucrania.

El asesor presidencial critica la actuación de la CPI, cuestionando su efectividad al no incluir a las grandes naciones y sugiere que la orden contra Putin podría ser motivada por consideraciones políticas.

Amorim plantea interrogantes sobre la imparcialidad de la CPI, preguntando si solo se aplica a algunos países o a aquellos declarados enemigos por Occidente, y destaca la relevancia de la presencia de Rusia en las discusiones globales.

Respecto al conflicto en Ucrania, Amorim sugiere que las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú no se resolverán a corto plazo.

Expresa la posibilidad de un armisticio sin una definición jurídica formal sobre la distribución territorial, basándose en la situación sobre el terreno y anticipando posibles ajustes.

Cabe destacar que el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ya había asegurado previamente que Putin no enfrentaría detención en Brasil, reafirmando el interés del país sudamericano en recibir al líder ruso durante la cumbre del G20.

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