Brasil da un duro golpe al narcotráfico al confiscar bienes y depósitos por valor de 26 mil millones de dólares en una operación de la Policía Federal. Esta acción es parte de la segunda fase de la ‘Operación Tamoios’, que ha estado investigando durante dos años a una red de traficantes que transportaba cocaína por carretera hasta Vitória, para luego enviarla en barco a Europa.

La Policía Federal descubrió que los traficantes utilizaban barcos pesqueros y buceadores profesionales para ocultar los cargamentos de droga en el casco de los cargueros. En esta última operación, las autoridades brasileñas lograron desarticular el sofisticado entramado que los narcotraficantes habían establecido para ocultar y disimular los bienes adquiridos a partir de sus actividades delictivas.

La operación, llevada a cabo con la participación de 50 agentes y en cumplimiento de órdenes judiciales, permitió embargar bienes y depósitos en cuentas bancarias por valor de 126 millones de reales (26 millones de dólares). Entre los bienes confiscados se encuentran dos lujosos apartamentos en la playa de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, una casa en la turística localidad de Angra dos Reis, además de automóviles de alta gama y motos acuáticas.

Estas posesiones estaban registradas a nombre de terceros con el objetivo de perpetuar la existencia de la organización criminal mediante la ocultación de los bienes. Sin embargo, gracias a la minuciosa investigación de la Policía Federal, se logró vincular estos bienes con la red de narcotráfico y confiscarlos.

Esta operación representa un gran avance en la lucha contra el narcotráfico en Brasil y evidencia la determinación de las autoridades para desmantelar estas peligrosas organizaciones criminales. La Policía Federal continúa trabajando en la identificación y captura de todos los integrantes de esta red internacional de narcotráfico, asegurando que se haga justicia y se ponga fin a sus operaciones ilícitas.

El gobierno brasileño celebra esta importante victoria en la lucha contra el narcotráfico y reafirma su compromiso de seguir trabajando en colaboración con la comunidad internacional para combatir este flagelo que afecta a la sociedad en general. La confiscación de estos bienes es un mensaje claro de que Brasil no tolerará la impunidad ni permitirá que estas organizaciones criminales prosperen en su territorio.

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