Brasil ha registrado una alarmante alza en la cantidad de focos de incendios en la Amazonía en el primer semestre del año, alcanzando la peor cifra en dos décadas. Según datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), se contabilizaron un total de 13.489 incendios, lo que representa un incremento del 61% en comparación con el mismo período del año pasado.

La región más afectada por esta crisis ambiental es el Pantanal, uno de los mayores humedales del mundo, que ha registrado casi 13.500 focos de incendios, un récord desde que comenzaron los registros en 1999.

Esta situación representa un duro golpe para el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien enfrenta este aumento de incendios a pesar de lograr una disminución del 42% en la deforestación durante el primer semestre de 2024 en comparación con el año anterior. Lula se ha comprometido a poner fin a la deforestación ilegal en la Amazonía para el año 2030, tras un aumento durante el mandato de su predecesor Jair Bolsonaro.

El impacto del cambio climático en Brasil

El incremento de los incendios se atribuye en gran medida al cambio climático, que ha provocado condiciones de sequía excepcionales en la región el año pasado. Según Rómulo Batista, portavoz de Greenpeace Brasil, la falta de lluvias ha generado un ambiente más seco y propicio para la propagación de los incendios, causados ​​en su mayoría por la acción humana.

«Lamentablemente, buena parte de los biomasa brasileña se encuentran bajo estrés hídrico por la falta de lluvias», explicó Batista. «El ambiente se vuelve más seco y la vegetación más vulnerable al fuego, que en su mayoría no se desencadena de forma natural por rayos, sino por la acción humana, principalmente para despejar tierras con fines agrícolas.»

La situación de emergencia en la Amazonía y el Pantanal requiere una acción inmediata y coordinada para preservar estos importantes ecosistemas y proteger la diversidad de flora y fauna que albergan. Con la esperanza de revertir esta tendencia alarmante, es necesario implementar medidas efectivas para combatir los incendios y prevenir futuras catástrofes ambientales en la región amazónica.

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