La relación entre Canadá y Estados Unidos ha entrado en un terreno turbulento tras una oferta del expresidente Donald Trump que ha sido calificada de "extorsión mafiosa" y "soborno" por funcionarios canadienses.

Trump propuso que Canadá se una a Estados Unidos como el estado número 51 a cambio de acceso gratuito al futuro escudo antimisiles Golden Dome (Cúpula Dorada), una iniciativa de defensa de alta tecnología.

La reacción en Canadá no se hizo esperar. El embajador canadiense ante la ONU, Bob Rae, utilizó sus redes sociales para expresar su indignación, sugiriendo que la propuesta, en cualquier otro contexto, sería considerada "extorsión mafiosa". Por su parte, Doug Eyolfson, diputado del Partido Liberal del primer ministro Mark Carney, calificó la oferta de "escandalosa" y afirmó categóricamente: "Es un soborno para hacernos el estado 51. Y Canadá no acepta sobornos".

El origen de esta controversia se encuentra en una publicación de Trump en su plataforma Truth Social, donde detalló que la participación de Canadá en el proyecto Golden Dome tendría un costo de 61 mil millones de dólares, aproximadamente un tercio del presupuesto total del programa. Sin embargo, Trump ofreció una alternativa: "Pero les costará CERO DÓLARES si se convierten en nuestro querido 51 estado. ¡Están considerando la oferta!".

A pesar de las afirmaciones de Trump, las autoridades canadienses han negado rotundamente cualquier discusión que ponga en duda la soberanía de Canadá. Mark Carney, en una entrevista con la CBC, abordó la dependencia económica y de seguridad de Canadá hacia Estados Unidos, señalando que el gobierno busca diversificar sus alianzas.

"Estamos viendo los peligros de la sobredependencia económica y en materia de seguridad de Estados Unidos. Así que, como dije el otro día, cooperaremos (con Washington) donde sea necesario, cuando claramente nos interese a ambos países. Pero no cooperaremos de forma obligatoria", declaró Carney.