Colombia.- El Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM) ha reportado que hasta el 27 de septiembre de 2023, un total de 399,606 migrantes han cruzado el Tapón del Darién, situado en la frontera entre Panamá y Colombia. Este flujo representa más de 2,000 personas cruzando diariamente esta región en busca de continuar su travesía hacia los Estados Unidos.

Este número récord ha superado con creces las cifras de años anteriores, con 248,000 migrantes registrados en 2022 y 133,000 en 2021. El aumento masivo en la migración a través del Tapón del Darién se considera uno de los fenómenos más críticos y visibles en medio de esta crisis. La oleada de migración masiva inició en 2015 con el tránsito de miles de cubanos hacia Estados Unidos, según informó la agencia de noticias EFE.

Los datos proporcionados por el SNM revelan que la mayoría de los migrantes que han cruzado el Tapón del Darién son de América del Sur. Los venezolanos lideran la lista con más de 252,000 migrantes, seguidos de ecuatorianos con 47,724 y colombianos con 13,404. Les siguen los antillanos con más de 39,200, asiáticos con 27,878 y africanos con 7,389, según las cifras recopiladas por EFE.

El flujo de migrantes en el Tapón del Darién ha crecido

El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá informó que desde el 1 de enero hasta el 28 de agosto de 2023, han atravesado la Selva del Darién 320,098 migrantes irregulares con destino a los Estados Unidos. De estos, 190,889 son venezolanos, 42,414 ecuatorianos y 35,495 haitianos.

Luis Eguiluz, jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF), ha señalado que este año ha habido un aumento significativo en el flujo de migrantes a través del Tapón del Darién, lo que ha exacerbado el hacinamiento y la crisis sanitaria. Eguiluz describe esta situación como una verdadera crisis humanitaria, subrayando que están experimentando una saturación en la atención.

La jefa de la oficina migratoria de Panamá, Samira Gozaine, ha destacado otros peligros a los que se enfrentan los migrantes que cruzan el Tapón del Darién, que incluyen ataques de animales o grupos armados, abandono, casos de muerte o suicidio, y hasta violencia sexual. La situación sigue siendo un desafío humanitario crítico en la región y requiere la atención de la comunidad internacional.

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