Beijing acusó a Washington de politizar la educación y violar derechos legítimos, presentando una protesta formal ante Estados Unidos el 29 de mayo y subrayó que las universidades estadounidenses dependen de los estudiantes chinos por las altas matrículas que pagan.

Incluso durante el ciclo académico 2023-2024, más de 277,398 estudiantes chinos se matricularon, siendo el segundo grupo extranjero más numeroso.

Políticas restrictivas

Durante su mandato, Trump implementó medidas contra estudiantes chinos, enfocándose en quienes cursaban programas con vínculos potenciales a las Fuerzas Armadas de China. La reciente medida de revocar visas ha sido criticada internacionalmente.

“La parte estadounidense, bajo el pretexto de la ideología y la seguridad nacional, ha cancelado de forma irrazonable los visados de estudiantes chinos”, aseveró Mao Ning, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, quien agregó "La medida expone la falsedad de la supuesta libertad y apertura que EE. UU. dice defender, y solo dañará aún más su imagen y credibilidad internacional". Además, calificó la decisión de "totalmente injustificada".

Reacciones internacionales

El gobierno de Xi Jinping instó a respetar los derechos de los estudiantes internacionales tras las críticas a Marco Rubio por cancelar visas de estudiantes extranjeros. Rubio ordenó revisar perfiles en redes sociales, suspendiendo nuevas visas estudiantiles.

La política de Trump también impactó en el sector tecnológico, al suspender ventas de software crucial para empresas chinas.

Las decisiones de EE. UU. bajo el pretexto de ideología y seguridad nacional podrían dañar su imagen y credibilidad internacional, según declaraciones de China.

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