China ha lanzado un fuerte llamado a Estados Unidos este lunes, instándolos a «dejar de entrometerse» en los asuntos de Taiwán, luego de que el presidente de la isla asiática, Lai Ching-te, se encontrara en Hawái en una visita que Beijing ha condenado en términos enérgicos.

La situación se desató cuando Lai Ching-te mantuvo una conversación telefónica el domingo con la anterior presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, durante aproximadamente 20 minutos.

Durante la llamada, ambos intercambiaron puntos de vista sobre temas como la industria de los semiconductores, la inteligencia artificial y las amenazas militares que China representa para Taiwán, según informó la portavoz presidencial taiwanesa, Karen Kuo.

La visita de Pelosi a Taiwán en agosto de 2022, cuando era presidenta de la Cámara Baja, desencadenó una serie de ejercicios militares por parte de China, que incluyeron lanzamientos de misiles que sobrevolaron la isla.

En este contexto, el líder taiwanés destacó en su discurso del domingo en Hawái el compromiso de Taiwán con su propia seguridad y la paz regional, resaltando un compromiso común con Estados Unidos.

Sin embargo, la postura de China ha sido clara al respecto. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, expresó en una conferencia de prensa la petición a Estados Unidos de dejar de inmiscuirse en Taiwán y de interferir en los asuntos internos de China, así como de dejar de apoyar a las fuerzas separatistas en la isla.

La gira del presidente taiwanés por varios territorios del Pacífico, que se presenta como una entrada a una «nueva era democrática», ha despertado la ira de Beijing.

China y Taiwán mantienen gobiernos separados desde 1949, cuando las tropas comunistas vencieron a los nacionalistas del Kuomintang y estos huyeron a la isla, que ahora es una democracia.

A pesar de que el Partido Comunista nunca ha gobernado Taiwán, Beijing reivindica su soberanía sobre el territorio y no descarta utilizar la fuerza para tomar su control. Así, la gira del líder taiwanés ha sido duramente condenada por China, que ha presentado serias protestas ante Washington por la organización de la visita.

Por su parte, Beijing también ha expresado su firme oposición y lamentado la reciente aprobación de una propuesta de venta de armas de Estados Unidos a Taiwán por valor de 385 millones de dólares. La diplomacia china ha instado a Estados Unidos a cesar de inmediato el suministro de armas a Taiwán.

Tras su paso por Hawái, Lai visitará las Islas Marshall, Tuvalu y Palau, aliados que reconocen a Taiwán, y realizará una escala en el territorio estadounidense de Guam.

La tensión entre China y Estados Unidos, en medio de la situación en Taiwán, continúa en aumento, con Beijing exigiendo a Washington que ponga fin a su intervención en la isla y a su apoyo a las fuerzas separatistas.

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