En la Casa Blanca da inicio la primera cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica (APEP), en la cual participan nueve líderes del continente americano. El principal objetivo de esta cumbre es fortalecer los lazos económicos entre los países del continente y enfrentar desafíos como la migración y el cambio climático.

Entre los líderes presentes se encuentran los presidentes de Colombia, Chile, Canadá y Perú, entre otros. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, también se hicieron presentes en la reunión.

Durante el encuentro, Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, destacó la necesidad de trabajar en la región para superar las consecuencias económicas que aún persisten debido a la pandemia. «Cada uno de nosotros necesita revisar las lecciones aprendidas que nos servirán para preparar a nuestras economías ante futuras convulsiones».

El objetivo de esta cumbre es establecer una «plataforma» que permita a los líderes del continente enfrentar los desafíos en áreas como infraestructura, medio ambiente, tecnología y generación de empleo. Según un alto funcionario estadounidense, se pretende que los jefes de Estado y de Gobierno se reúnan cada dos años, además de tener reuniones anuales a nivel ministerial.

Uno de los temas centrales a tratar entre los líderes es la migración, la cual ha alcanzado cifras históricas este año en el continente americano. Según ACNUR, más de 21 millones de personas se encuentran desplazadas y refugiadas en la región, siendo la diáspora venezolana la más numerosa, con más de 6 millones de personas desplazadas en distintos países.

Además se busca establecer una sólida colaboración entre los países del continente y encontrar soluciones conjuntas a los desafíos económicos, sociales y medioambientales que enfrenta la región.

Uno de los puntos más destacados de la cumbre es el anuncio que realizará Estados Unidos junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) respecto a nuevas «herramientas económicas» destinadas a respaldar a las naciones que han llevado la carga migratoria en mayor medida. Una funcionaria, en una llamada con periodistas, dio detalles de esta importante iniciativa que busca fortalecer la economía de aquellos países afectados por la migración.

Además, se espera que se firmen acuerdos con instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, en los cuales destacan los «bonos verdes». Estos acuerdos permitirán a los países emplear herramientas para atraer inversiones en proyectos, como el canje de «deuda por naturaleza», similar al exitoso programa implementado por Ecuador este año.

Un ejemplo de este proyecto es el «bono azul» de 656 millones de dólares, diseñado por Ecuador para reducir su deuda pública y destinar fondos a la protección de las Islas Galápagos. Esta iniciativa ha sido ampliamente reconocida y servirá como modelo para otras naciones presentes en la cumbre.

Entre los anuncios que se espera realizar durante el encuentro, también se encuentran herramientas destinadas a apoyar a emprendedores, mejorar la infraestructura, abordar brechas en el capital humano y promover el sector de semiconductores.

La visión del presidente de Estados Unidos para América Latina será determinante en los resultados de esta cumbre. En palabras de un alto funcionario, «cuando el presidente piensa en América Latina y el Caribe, no piensa en lo que debemos hacer por las Américas, sino en lo que podemos hacer juntos con las Américas».