La situación de las cortes de inmigrantes de Estados Unidos es crítica. Un análisis de la Universidad de Syracuse, reveló que hay más de 3 millones de casos pendientes de resolución. Esta cifra récord ha abrumado a los jueces de inmigración, que tienen que lidiar con un promedio de 4,500 casos cada uno.

Los datos más recientes, hasta el pasado 30 de noviembre, indican que el número de casos acumulados en las cortes de inmigración había llegado a 3,075,248. Esto significa un aumento de más de un millón de casos en el último año. Esta situación genera una incertidumbre prolongada para los inmigrantes, que esperan una decisión sobre su estatus migratorio.

Número de inmigrantes en espera supera la población de muchos estados

Según el Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, que lleva el conteo desde 2008, el número de inmigrantes en espera en las cortes de inmigración supera la población de muchos estados. Esta sobrecarga de casos ha creado una presión adicional para los jueces de inmigración, que se ven sobrepasados por la demanda.

Para intentar resolver esta problemática, tanto el Gobierno del expresidente Donald Trump como el del actual presidente Joe Biden han impulsado el nombramiento de más jueces de inmigración y han presionado por procesos acelerados. Sin embargo, el informe destaca que estos esfuerzos no han sido suficientes para solucionar el problema.

El análisis detallado de los registros judiciales del TRAC reveló que, en el último año fiscal de la administración de Barack Obama, el retraso en las cortes de inmigración era de aproximadamente una sexta parte de lo que es ahora. Durante los años de Trump, este retraso se aceleró considerablemente, creciendo más del doble hacia el final de su gobierno, cuando el número de jueces era de 484 y el promedio de casos pendientes por juez era de alrededor de 2,600. En la actualidad, los jueces se enfrentan a un promedio de 4,500 expedientes migratorios.

Este informe se publica en un momento en que el gobierno de Joe Biden está en negociaciones con senadores de la oposición para endurecer el sistema de asilo a cambio de su apoyo a un gasto de más de 60,000 millones de dólares para Ucrania.

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