La vicepresidenta electa de Ecuador, Verónica Abad, ha lanzado una alerta sobre un presunto «golpe de Estado» que estaría por consumarse en el país en pocas horas.

Según Abad, el mandatario en funciones, Daniel Noboa, estaría planeando delegar sus funciones en la vicepresidenta designada, Cynthia Gellibert, por cuatro días, para poder dedicarse a su campaña electoral.

En una rueda de prensa, Abad señaló que está preparada para reemplazar al presidente, pero ha sido bloqueada en sus intentos de asumir el cargo.

Recordó que recientemente le impidieron ingresar en la Vicepresidencia después de que se levantara la suspensión de cinco meses que le impuso el Ministerio de Trabajo.

El enfrentamiento entre Noboa y Abad viene de lejos, desde que el mandatario la envió como embajadora a Israel al inicio de su gobierno en noviembre de 2023.

La Vicepresidenta considera que ha sido objeto de hostigamiento por parte del presidente con el objetivo de forzar su renuncia y evitar que asuma la Presidencia durante la campaña electoral.

Ante esta situación, el secretario general de la Asamblea Nacional de Ecuador, Alejandro Muñoz, ha afirmado que, de acuerdo con la Constitución, la vicepresidenta constitucional del país es María Verónica Abad Rojas.

Muñoz explicó que el Legislativo rechazó el decreto de Noboa que designaba a Gellibert como vicepresidenta temporal por errores jurídicos y constitucionales.

Según Muñoz, si el presidente necesita ausentarse, debe solicitar una licencia al pleno de la Asamblea para que se pueda debatir y votar al respecto.

Además, señaló que la motivación de Noboa para «autolicenciarse» con el fin de hacer campaña electoral no cumple con lo establecido en la ley sobre casos de fuerza mayor.

El secretario de la Asamblea enfatizó que el presidente debería solicitar una licencia para todo el período electoral y no solo por unos días, y que, en caso de ser aprobada por el Parlamento, la persona que debe reemplazarlo es la vicepresidenta en funciones, Verónica Abad.

Para la Asamblea Nacional no existe una ausencia temporal ni un abandono del cargo por parte de Abad, por lo que si Gellibert asume la Presidencia esta tarde, se consideraría un rompimiento constitucional en Ecuador.

La crisis política en el país se agrava ante la incertidumbre sobre quién debe asumir el liderazgo en medio de la campaña electoral.

El llamado a la calma y al respeto a la Constitución se hace cada vez más urgente en Ecuador, mientras crece la tensión política entre la vicepresidenta electa y el mandatario en funciones.

También te puede interesar: