El juez Frederic Block, a cargo del caso de Rafael Caro Quintero, líder del Cártel de Guadalajara y del Cártel de Sinaloa, otorgó un plazo de 90 días para que la fiscalía de Estados Unidos determine si solicitará la pena de muerte en su contra. La decisión se tomó durante la primera audiencia de Caro Quintero en la corte federal de Brooklyn, Nueva York, en la que se le presentaron cargos de crimen organizado, tráfico de drogas y posesión de armas de fuego, con el primer cargo siendo el que podría llevarlo a enfrentar la pena capital.

Caro Quintero, conocido como "El Narco de Narcos", fue presentado en la sala de audiencias vestido con un traje beige carcelario y zapatillas naranjas. Durante la audiencia, mantuvo la mirada baja, pareciendo perdido y confundido. La sala estuvo casi llena, con la presencia de alrededor de 30 agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA). El juez preguntó directamente a la fiscal Sarita Komatireddy sobre la posibilidad de que se impusiera la pena de muerte, a lo que ella respondió que "es una posibilidad, pero la decisión no se ha tomado".

El proceso también incluyó la asignación de una nueva abogada de oficio para Caro Quintero, Elizabeth Macedonio, quien estará a cargo de su defensa. Además, se mencionó que se necesita un informe financiero sobre el acusado para determinar si se continuará con la defensa pagada por el estado o si se designará un abogado especializado en casos de pena capital.

El caso de Caro Quintero también está relacionado con el asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena, ocurrido en 1985, por lo que el narcotraficante mexicano enfrenta investigaciones en California. Tras su extradición a Estados Unidos, se mencionó que uno de los cargos podría ser el asesinato de Camarena, lo que aumenta la posibilidad de que enfrente la pena de muerte.

Además de los cargos contra Caro Quintero, su sobrino, Ismael Quintero Arellanes, también fue mencionado en la audiencia. Su caso criminal está más avanzado, y la fiscalía sigue negociando con sus abogados para llegar a un acuerdo de culpabilidad. Durante la audiencia, se discutió la posibilidad de que haya más acusados en el futuro relacionados con este caso, a lo que la fiscalía respondió que sí es posible.

Caro Quintero, quien fue considerado un prisionero de alto riesgo, llegó a la audiencia bajo medidas especiales de confinamiento impuestas por las autoridades de Estados Unidos. Estas medidas incluyen restricciones en sus comunicaciones, tanto con otros internos como con los medios de comunicación y sus abogados, quienes ahora están sujetos a monitoreo en sus conversaciones con el acusado.

La próxima audiencia para Caro Quintero y su sobrino se programó para el 25 de junio, donde se definirá cómo avanzará el procedimiento judicial en su contra. La fiscalía continúa su trabajo para asegurar que el narcotraficante enfrente las consecuencias de sus crímenes.

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