Una niña en situación de vulnerabilidad, bajo la protección de las autoridades, fue objeto de abusos sexuales repetidos desde que cumplió 12 años en Barcelona, donde un hombre la grababa y la ofrecía a otros adultos a través de redes sociales. Este caso ha revelado una red de pederastia en territorio español.

El líder del grupo, T. L. M, un electricista de 45 años, fue arrestado en junio de 2022 y nuevamente en abril de 2024. Se le acusa de ser el responsable de una red de pederastia que ya ha sido desmantelada, organizando agresiones sexuales colectivas a jóvenes, en ocasiones involucrando prácticas sadomasoquistas, que grababa en su hogar en Barcelona.

La Fiscalía solicita 107 años y seis meses de prisión para él. La policía ha logrado identificar a 11 víctimas, aunque se estima que el total puede llegar hasta 25. Además, han arrestado a 16 pederastas que están bajo investigación, mientras que en los videos aparecieron otros 14 agresores.

Este caso surgió a partir de los abusos a una adolescente vulnerable, quien había experimentado acoso escolar y estaba en una institución para menores administrada por el Gobierno regional de Cataluña.

Las agresiones se remontan a 2020, cuando el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde abril de 2024, estableció contacto con la menor a través de aplicaciones en línea, logrando inicialmente obtener más de 40 imágenes de contenido pornográfico de la víctima.

Desde ese momento y hasta, por lo menos, octubre de 2021, se llevaron a cabo reuniones en la casa del acusado para abusar sexualmente de ella, grabaciones que el hombre realizó para mostrar o enviar a redes sociales y aplicaciones de mensajería. La Fiscalía argumenta que el sujeto utilizó a la víctima como un "anzuelo sexual" en redes sociales.

Registro policial en hogar del líder de la red

Durante un registro policial en el hogar del líder de la red, se encontraron en su teléfono móvil más de mil imágenes y cerca de 600 videos de pornografía infantil. En su laptop, se hallaron más de 9,000 fotos y 1,300 videos, además del contenido almacenado en otros dispositivos.

Se afirma que el acusado grabó 250 videos de agresiones sexuales, cometidas por él y otros, entre 2016 y 2022 en diversas ubicaciones de España. También posee antecedentes policiales por la prostitución de menores desde 2010.

Los hombres investigados por su participación en esta red suelen tener arraigo laboral y familiar, manteniendo relaciones estables e incluso siendo padres de niños pequeños, según los documentos de la investigación judicial.

Al menos tres de los acusados residen en España, aunque en el momento de la investigación estaban a la espera de recibir el permiso de residencia para regularizar su estatus.

Algunos de los interrogados declararon ante el tribunal que no sabían que la persona afectada era menor de edad, aunque uno reconoció estar al tanto de su juventud.

De acuerdo con la Policía, el principal imputado y los otros implicados explotaban las carencias económicas o psicosociales y las adicciones de varias víctimas para obtener su confianza a través de obsequios, dinero o drogas.

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