En una nueva carta conjunta encabezada por el expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero, junto a figuras políticas como Evo Morales de Bolivia, Ernesto Samper de Colombia y Rafael Correa de Ecuador, se reiteró la petición al Gobierno ecuatoriano para que entregue a México al exvicepresidente de Correa, Jorge Glas.

Esta solicitud surge en medio de la preocupación por la salud mental de Glas, quien se encuentra detenido en la Embajada de México en Quito tras recibir asilo diplomático.

Los abogados defensores de Glas han advertido sobre un «riesgo inminente» de que intente nuevamente suicidarse en la cárcel, donde supuestamente está siendo medicado con más de cuarenta fármacos al día, incluyendo psicotrópicos.

La nueva carta también cuenta con la firma de otros destacados líderes de izquierda de América Latina, como Verónika Mendoza de Perú, Ana Isabel Prera de Guatemala y Carlos Ominami de Chile, entre otros. En el comunicado, los firmantes hacen hincapié en la obligación internacional que tiene el Gobierno de Ecuador de restituir el estatus de asilado diplomático a Jorge Glas y proporcionarle un salvoconducto que le permita recuperar su libertad sin restricciones. Con este salvoconducto, Glas podría salir de Ecuador hacia México o cualquier otro país que se comprometa a respetar su asilo diplomático.

La responsabilidad por la salud y la libertad de Jorge Glas recae, según los suscriptores de la carta, en el presidente ecuatoriano Daniel Noboa y su Gobierno. Asimismo, se solicitó la intervención de organizaciones como la Cruz Roja Internacional, Médicos Sin Fronteras, la CIDH y la ONU para formar una misión médica que visite a Glas en la cárcel de máxima seguridad donde está recluido.

Glas, que fue vicepresidente durante las administraciones de Correa y Moreno, ha enfrentado acusaciones de corrupción y ha pasado varios años en prisión.

En abril, presuntamente intentó quitarse la vida con una sobredosis de medicamentos, lo que lo llevó a ser trasladado de urgencia a un hospital en Guayaquil. Pese a contar con asilo diplomático de México, fue detenido en la Embajada de México en Quito por órdenes de Noboa.

La situación de Glas ha generado tensiones entre México y Ecuador, que han llevado sus disputas a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Ambos países se han acusado mutuamente de violar convenios internacionales en materia de relaciones diplomáticas.

En medio de este panorama, los exmandatarios y líderes políticos latinoamericanos continúan presionando para que Ecuador entregue a Jorge Glas a México, con la esperanza de garantizar su salud y su libertad en un entorno más seguro.

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