La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los EE.UU. impuso sanciones a una refinería china y operadores portuarios por la compra de petróleo iraní.

Según el comunicado, Hebei Xinhai Chemical Group y otras empresas del puerto de Dongying adquirieron petróleo iraní valorado en cientos de millones de dólares, en un intento de la administración Trump por presionar a Irán respecto a su programa nuclear.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reafirmó la determinación de EE.UU. de intensificar la presión sobre la cadena de suministro de petróleo de Irán.

Contexto de las sanciones

La acción contra la refinería en la provincia de Shandong forma parte de una estrategia más amplia de la Casa Blanca para cortar las fuentes de ingresos de Irán, descrito como un promotor de actividades desestabilizadoras en Medio Oriente.

Estas medidas se suman a sanciones previas contra otras refinerías chinas, mientras EE.UU. amenaza con represalias a quienes compren petróleo iraní.

Reacciones y consecuencias

Irán ha defendido su programa nuclear como pacífico, rechazando el lenguaje de coerción empleado por EE.UU. Estas sanciones podrían afectar las relaciones comerciales entre China e Irán y complicar los esfuerzos diplomáticos para resolver las tensiones nucleares. Se espera que las sanciones provoquen una respuesta de los actores involucrados, aunque aún no se han anunciado medidas específicas.

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