Tel Aviv.- El ejército israelí ha salido a defenderse de las acusaciones vertidas por las autoridades de Gaza, quienes aseguraron que soldados israelíes abrieron fuego contra una multitud de gazatíes que esperaban camiones de ayuda en el norte de la Franja de Gaza, dejando un saldo de 21 personas fallecidas.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, los disparos israelíes provocaron estas muertes en la rotonda de Kuwait, además de otras ocho víctimas en un ataque aéreo en el centro de la Franja de Gaza. Sin embargo, el ejército israelí ha negado categóricamente estas acusaciones, asegurando que una revisión de sus sistemas operativos indica que no se efectuaron disparos con tanques, ataques aéreos ni armas de fuego contra los civiles presentes en el convoy de ayuda.

De acuerdo con las declaraciones del ejército israelí, hombres armados palestinos habían estado disparando mientras las personas sacaban la ayuda de los camiones y, lamentablemente, varios civiles también fueron atropellados por los camiones en medio de la confusión. Esta situación ha vuelto a poner de manifiesto las caóticas condiciones en las que llega la ayuda humanitaria a Gaza, un enclave asediado y en ruinas tras cinco meses de campaña militar israelí contra Hamás.

El ejército israelí insiste en que no ha atacado a civiles en Gaza

El ejército israelí ha acusado a Hamás de llevar a cabo una «campaña de desprestigio» con el objetivo de culpar a Israel de la muerte de personas que aguardaban desesperadamente la llegada de la ayuda. En medio de estas tensiones, Israel ha rechazado las acusaciones de obstrucción en el flujo de alimentos y suministros a los habitantes de la Franja de Gaza, comprometiéndose a «inundar Gaza» con ayuda a través de diferentes canales.

Ante las críticas de gobiernos extranjeros y agencias de ayuda internacional, el ejército israelí ha señalado que ha empezado a organizar las entregas de ayuda a través de contratistas privados locales, culpando a los grupos de ayuda de no entregar la ayuda de forma eficiente. El convoy de 31 camiones que arribó el jueves a la Franja de Gaza tenía como objetivo la distribución de alimentos en el norte del enclave, una zona duramente golpeada por la ofensiva militar israelí y donde miles de personas viven entre los escombros.

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