Milwaukee. – Un perturbador caso que terminó en tragedia luego de que un hombre pensara que en su casa se encontraba un fantasma, sin embargo, se trataba del amante de su esposa quien vivió junto a ellos durante diez años en la casa de los Oesterreich .

Los hechos dieron a lugar en 1918, cuando el millonario y empresario Fred Oesterreich pasaba noches intranquilas en su gran mansión, pues él creía que un fantasma habitaba en su hogar, sin embargo, todo se tornó aún más oscuro para el hombre al darse cuenta que su esposa mantuvo a su amante con ellos durante mucho tiempo.

Oesterreich escuchaba ruidos provenientes del ático que estaba sobre el dormitorio. A veces, veía cruzar una misteriosa sombra por la puerta de la habitación, por lo que aseguraba que era un fantasma.

Sin embargo, tiempo despúés se daría cuenta de la peor manera que se trataba del amante de su pareja y que nunca existió tal fantasma.

El empresario era dueño de una fábrica de delantales, por lo que tenía horarios muy extensos, además de embriagarse de manera habitual.

Dichas actitudes decepcionaban cada vez más a su esposa Walburga Korschel de Oesterreich, una joven de origen alemán, quien cada vez se sentía más solitaria en su enorme mansión.

Matrimonio de Fred Oesterreich & Walburga Korschel de Oesterreich

En la década del 20 Fred contrajo matrimonio junto a su esposa también conocida como «Dolly», quien era una joven muy atractiva e inmigrante alemana.

En sus inicios todo parecía ir muy bien, lo tenían todo, sin embargo, la empresa comenzó a requerir más tiempo de Fred.

Por lo que Dolly comenzó a sentirse insatisfecha por su esposo, por lo que decidió buscar lo que necesitaba en otros brazos, hasta encontrarse con el amante «fantasma».

En 1913 la mujer solamente se dedicaba a coser durante horas y horas para matar el tiempo. Sin embargo, notó que su máquina estaba rota, por lo que le pidió a su marido que le enviara de su fábrica un empleado que solucionara el problema.

Por lo que Oesterreich envió a su casa a un operario de su fábrica llamado Otto Sanhuber, de 17 años, quien era especialista en arreglar máquinas de coser.

La crónica de dicho caso detalló que, luego de que el joven arribara a la casa, se encontró con Dolly esperándolo con ansias. Y al parecer no era por el arreglo de la máquina, ya que se encontraba con una bata de seda, medias y perfumada.

Él al verla vestida de una manera tan sensual y dispuesta, cayó en la tentación.

El amante fantasma

Después de su primer y pasional encuentro, el romance entre el joven y Dolly siguó durante varias ocasiones más.

Sus encuentros se llevaban a cabo en hoteles como en la propia casa de los Oesterreich.

Sin embargo, la gente comenzó a sospechar acerca de la relación, en especial los vecinos de Dolly quienes no creían en que era su «medio hermano sin hogar».

Por lo que la mujer pensó en una idea que fue ambientar el ático de su casa, ya que su marido jamás visitaba ese lugar.

Posteriormente, le solicitó a Sanhuber que se quedara a vivir ahí, lo cual aceptó, pues no tenía familia ni otras cosas que le importaran más que ella.

Mientras Fred se ausentaba, ambos satisfacían sus deseos carnales y sin levantar ninguna sospecha. Incluso, cuando llegaba Oesterreich, Sanhuber aprovechaba su tiempo para leer en el ático y escribir.

Incluso, publicó bajo un seudónimo varias historias al estilo ‘pulp fiction’.

La historia de este joven escritor y amante con cama adentro, duró cinco años en Milwaukee, pero continuó en otra ciudad.

Mudanza

En 1918, luego de que Fred siguiera incómodo y molesto por el supuesto fantasma que no lo dejaba encontrar su paz en la mansión, decidió mudarse.

Dolly aceptó pero bajo una condición, que su nuevo hogar contara con un ático, para que pudiera seguir sus encuentros con su amante fantasma.

Por lo que los Oesterreich se instalaron en Los Ángeles, California, por lo que Sanhuber viajó hasta allá para seguir con su historia de amor.

De esta forma, el triangulo amoroso siguió viviéndose, sin embargo en una jurisdicción distinta.

Las peleas matrimoniales entre Fred y Dolly se volvían cada vez más seguidos e incontrolables.

El 22 de agosto de 1922, ambos se encontraban en una pelea demasiado violenta.

Por lo que Sanhuber temió por la vida de su amada y bajó a defenderla y se llevó consigo dos pistolas calibre 25.

Luego de que Fred viera a su antiguo empleado como inquilino en su casa, comenzaron a pelear hasta llegar a la muerte del dueño de la vivienda tras recibir un disparo en el abdomen.

En un intento desesperado para no ser encarcelados, Otto y Dolly planearon una rápida coartada.

Ella le quitó un reloj de diamantes a su esposo, lo escondió y le pidió a su amante que la encerrara en el armario y que se escapara y escondiera un rato, lejos de ahí.

Dolly comenzó a gritar mientras estaba encerrada hasta que sus llamados de auxilio fueron escuchados por los vecinos y llamaran a la policía.

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— Misconduct Podcast (@misconductpod) May 11, 2017