Este 30 de septiembre, el conflicto en la frontera entre Israel y Líbano ha escalado a un nivel preocupante, con el Ejército de Israel lanzando ataques aéreos y terrestres en territorio libanés. La ofensiva se desató luego de una serie de bombardeos contra el grupo Hezbolá en Líbano, que dejó más de cien muertos, incluido el líder del movimiento islamista libanés, Hasán Nasralá. Los informes del Ministerio de Salud libanés señalan que los ataques aéreos israelíes se concentraron en dos zonas diferentes del Líbano, provocando una crisis humanitaria y generando un llamado de alerta por parte de organismos internacionales. Es importante mencionar que la situación en la región es altamente volátil y la escalada de violencia no parece tener fin.

El día de hoy, medios y agencias de información internacionales informaron que soldados del Ejército de Israel han ingresado a territorio libanés, a solo 3,2 kilómetros de la frontera, desplegándose en la zona e imponiendo una «zona militar cerrada». Además, se informó la llegada de un gran contingente de tanques y vehículos militares en la región, lo que apunta a una escalada aún mayor de la presencia militar israelí en el Líbano. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha manifestado que esta incursión militar es solo el comienzo de la «próxima etapa» de la guerra contra Hezbollah, lo que genera aún más preocupación en la comunidad internacional.

#Internacional

Medios de comunicación internacionales reportan que el Ejército de #Israel ingresó este 30 de septiembre a #Líbano, por lo que el Ejército libanés estaría retirándose de la frontera entre ambos países. pic.twitter.com/0mome13P5Y

— SPR Informa (@SPRInforma) September 30, 2024

La respuesta del ejército de Líbano

Por su parte, el Ejército libanés ha reforzado su presencia en la frontera sur con Israel, evacuando puestos de observación y trasladando unidades a las aldeas fronterizas. Ante este panorama, el mundo observa con atención y temor el desarrollo de los acontecimientos en esta región tan conflictiva. La ONU ha llamado a la contención y al diálogo como únicas vías para resolver el conflicto, instalando a ambas partes para detener la escalada de violencia y proteger la vida de la población civil.

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