El Papa Francisco, antes de su fallecimiento el pasado lunes 21 de abril, realizó una conmovedora acción caritativa al donar 200 mil euros de su cuenta personal a la fábrica de pasta del centro penitenciario para menores Casal del Marmo en Roma. Según el obispo Benoni Ambarus, esta donación era parte de ‘sus últimas posesiones’.

Un acto de generosidad

El obispo Ambarus, director de la oficina para la pastoral carcelaria y encargado de asuntos caritativos en Roma, explicó que la donación fue hecha para ayudar a cubrir una hipoteca cuantiosa de la fábrica. Esto permitiría reducir los precios de la pasta, aumentar las ventas y contratar a más jóvenes. ‘Casi me quedo sin dinero, pero aún tengo algo en mi cuenta‘, habría dicho el Papa, según Ambarus.

Visitas a prisiones

Francisco fue un ferviente defensor de la dignidad de los presos durante su papado de más de 12 años. Realizó visitas a varias cárceles, incluyendo la de Regina Coeli en Roma, donde insistió en la importancia de prestar atención a la población carcelaria.

En diciembre, inauguró las celebraciones del Jubileo en la cárcel de Rebibbia, un gesto interpretado como una declaración de intenciones hacia los presos.

Ambarus recordó que, durante su última visita el Jueves Santo, Francisco subrayó la necesidad de no olvidar a los encarcelados, reafirmando su compromiso con aquellos en prisión.

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