El lunes, miles de agricultores de toda Alemania llevaron a cabo una protesta histórica conduciendo sus tractores hacia Berlín. Su objetivo era expresar su rechazo a los planes del Gobierno de recortar las subvenciones al gasóleo y las exenciones fiscales para los vehículos agrícolas.

Esta medida, anunciada por el Gobierno federal la semana pasada, busca ahorrar alrededor de 900 millones de euros anuales en subvenciones para los agricultores. La decisión del Gobierno llega después de que el Tribunal Constitucional anulara una deuda asignada de 60.000 millones de euros destinada al sector agrícola.

Con base en el presupuesto de 2024, se eliminará la devolución parcial del impuesto al diésel agrícola y la exención al gravamen que recae sobre los vehículos agrícolas. Sin embargo, los agricultores consideran que este recorte pondrá en peligro sus medios de vida y la competitividad del sector en Alemania.

La manifestación en Alemania

La manifestación llegó a su punto culminante cuando los agricultores bloquearon la calle principal cerca de la emblemática Puerta de Brandeburgo. Portando carteles con mensajes como “Su política es una declaración de guerra a los agricultores” y «¡Esto es demasiado! ¡Basta!», los manifestantes dejaron en claro su descontento y exigieron que se reviertan las medidas.

La Asociación alemana de Agricultores (DBV) y la Asociación El país crea conexión (LSV) expresan su amenaza de ampliar las manifestaciones a todo el país si no se tienen en cuenta sus demandas. El presidente del DBV, Joachim Rukwied, afirmó que a partir del 8 de enero “tendremos presencia en todas partes, algo que el país nunca antes había experimentado”. “No lo aceptaremos”, añadió.

Rukwied también instó al ministro federal de Agricultura, Cem Ozdemir, a presionar al Gobierno en nombre de los agricultores y los residentes de las áreas rurales.

En respuesta a la protesta, el ministro federal de Agricultura afirmó que las decisiones afectarán mucho más a este sector que a otros y argumentó en contra de los recortes propuestos.

Ozdemir explicó que, si bien reconoce la necesidad de ahorrar, cree que debe hacerse de una manera que no ponga en peligro a los agricultores, quienes son los encargados de suministrar alimentos al país.

Las manifestaciones de los agricultores alemanes han llamado la atención de la opinión pública y generaron un debate sobre el futuro y la sostenibilidad del sector agrícola en Alemania. El Gobierno enfrenta ahora la presión de encontrar un equilibrio entre la austeridad y el apoyo a los agricultores para asegurar un sector agrícola fuerte y competitivo.

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