La política migratoria se ha convertido en el principal obstáculo para evitar un cierre parcial de Gobierno en Estados Unidos por lo que ha encendido una alerta en la Casa Blanca. La jefa de la Oficina de Administración y Presupuesto de EE.UU., Shalanda Young, expresó su preocupación ante la posibilidad de que el Congreso no apruebe los fondos necesarios para mantener el funcionamiento de la administración pública después del 19 de enero.

En declaraciones a periodistas, Young afirmó no sentirse optimista al respecto, indicando que “no diría pesimista, pero no soy optimista”. La preocupación surge a raíz de que varios republicanos hayan apoyado en los últimos días la idea de forzar un cierre administrativo si no se llegan a concretar las negociaciones para soportar la política migratoria.

Young señaló que le preocupa la retórica de algunos republicanos en la Cámara de Representantes, afirmando que “no me consideren una optimista esta mañana, especialmente después de algunos de los comentarios que he visto en los últimos días”.

El plazo ajustado para negociar el presupuesto

El Congreso aprobó una prórroga presupuestaria el pasado 15 de noviembre para evitar un cierre administrativo inminente, con dos fechas de vencimiento -19 de enero y 2 de febrero- para permitir a los congresistas negociar el presupuesto para el año fiscal 2024. Sin embargo, con la primera fecha de vencimiento a solo dos semanas de distancia y con negociaciones paralelas en curso en el Congreso, el plazo es ajustado.

La negociación del paquete económico para Ucrania e Israel solicitado por la Casa Blanca

Antes de fin de año, el Congreso se centró en la negociación de un paquete económico de más de 100 mil millones de dólares solicitado por la Casa Blanca en concepto de ayuda militar para Ucrania e Israel, entre otros. A cambio de la ayuda a Ucrania, los republicanos han pedido un endurecimiento de la política migratoria.

La Casa Blanca ha alertado de que el dinero aprobado para Ucrania en 2023 se ha agotado y que no podrá seguir apoyando a Kiev en su guerra con Rusia. Esta negociación del paquete económico se suma a la negociación de los presupuestos, lo que complica aún más el acuerdo entre los dos partidos.

Ante esta situación, la Casa Blanca teme que los republicanos puedan forzar un cierre de Gobierno si no se concretan las negociaciones para soportar la política migratoria. La incertidumbre y la urgencia de llegar a un acuerdo resuenan en Washington, mientras el Congreso se enfrenta a un reloj que no deja mucho margen para la negociación.

La Casa Blanca y los legisladores tendrán que encontrar un terreno común para evitar un cierre administrativo que afectaría a miles de empleados públicos y a la economía del país. Está por verse si lograrán alcanzar un acuerdo antes de que se agote el plazo y se materialice el temido cierre de Gobierno.

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