El magnate Elon Musk, dueño Tesla y SpaceX, ha anunciado un cambio significativo en su implicación con el Gobierno de Donald Trump. En una reciente teleconferencia con analistas del sector automotriz, Musk declaró que a partir de mayo reducirá su participación en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a uno o dos días por semana.

Esta decisión surge después de que Tesla reportara una caída del 71% en sus beneficios netos durante el primer trimestre del año, quedando en 409 millones de dólares.

Impacto en Tesla

La noticia llega en un momento crítico para Tesla, que ha ajustado a la baja sus previsiones para 2025 debido a las políticas arancelarias implementadas por la administración Trump, las cuales podrían afectar el comercio. Las entregas de vehículos a nivel mundial también han disminuido, con un descenso del 13% interanual reportado a inicios de abril.

Reacciones y controversias

La decisión de Musk ha sido recibida con diversas interpretaciones. Algunos ven el cambio como una respuesta a la presión económica y las críticas dirigidas a Tesla, mientras que otros lo consideran un movimiento estratégico para enfocar más recursos en la empresa automotriz.

En contraste, el gobierno de Trump ha desmentido rumores sobre una posible renuncia de Musk, reafirmando su compromiso con el proyecto DOGE.

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