Este lunes 23 de diciembre en la plaza de La Merced, frente a la Fiscalía de Guayaquil, resonó la consigna “¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!” mientras alrededor de cien personas se concentraban exigiendo la búsqueda de cuatro menores desaparecidos desde el ocho de diciembre.

Los menores, Josué e Ismael Arroyo, Saúl Arboelda y Steven Medina, de entre 11 y 15 años, fueron vistos por última vez jugando fútbol cerca de una panadería en el sur de Guayaquil, cuando un grupo de militares los abordó. Desde entonces, sus familias y la comunidad los buscan incansablemente.

La protesta fue organizada por diversas organizaciones sociales y activistas de derechos humanos, con el objetivo de presionar a las autoridades para que actúen con celeridad en la búsqueda de los menores.

La representante de la comisión de derechos del Colegio de Abogados del Guayas, Carolina Ruiz, fue clara al exigir respuestas y rapidez en las investigaciones.

Manifestantes

🔴 #ATENCIÓN | En #Guayaquil, familiares y amigos de los cuatro desaparecidos en el sector Las Malvinas corean la consigna “¡Vivos los queremos!” frente a la Fiscalía de La Merced. pic.twitter.com/HlEAxZTo0H

— Radio Pichincha (@radio_pichincha) December 23, 2024

En este contexto, la Fiscalía General de Estado allanó la Base de Taura en busca de pistas sobre el paradero de los menores.

Según el testimonio de uno de los padres, se recibió una llamada anónima indicando que los niños habían sido abandonados en Taura, lo que desencadenó la investigación.

Plantón

Plantón en Guayaquil por #LosCuatroDeGuayaquilEcuador #LosQueremosConVida
#DevuelvanALosNiños pic.twitter.com/V3kjwyXdfN

— Pacto por la Niñez y Adolescencia Ecuador (@pactonaec) December 23, 2024

Mientras tanto, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, propuso considerar a los menores desaparecidos como “héroes nacionales”, mientras que el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, los acusó de cometer un delito.

Loffredo explicó que los militares detuvieron a los niños luego de presenciar un presunto robo, pero no entregaron a los presuntos delincuentes a la Policía, lo que generó controversia.

Hasta el momento, el paradero de los cuatro menores sigue siendo un misterio, mientras la presión de la comunidad y las autoridades se intensifica para dar con su paradero y brindar respuestas a sus familias angustiadas.

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