En la isla italiana de Sicilia, la sequía ha alcanzado niveles críticos, afectando gravemente a la producción agrícola y causando la indignación de los agricultores locales.

Rosario Cognata, un joven productor de limones en la región, ha expresado su frustración por la falta de gestión adecuada del agua en la zona. La presa de Trinità, construida hace más de seis décadas en el municipio de Castelvetrano, es un claro ejemplo de esta problemática.

A pesar de su existencia, la presa no cuenta con la autorización oficial de las autoridades y, durante las épocas de lluvia, el agua acumulada se vierte sin control al mar.

«De acuerdo, la sequía se debe a la ausencia de lluvia, pero el agua de la que disponemos, no sabemos gestionarla y eso no es responsabilidad de los agricultores», expresó Rosario.

Las canalizaciones conectadas a la presa deberían abastecer a los agricultores locales, sin embargo, las deficiencias en la infraestructura impiden que el agua llegue a su destino. La falta de mantenimiento y cuidado de las canalizaciones ha llevado a algunos agricultores a recurrir nuevamente a la extracción ilegal de agua de pozos.

Para Rosario, este caso es un claro ejemplo de la incompetencia de la administración local y del gobierno central en la gestión hidráulica desde hace décadas.

«Esto jamás les ha interesado», mencionó.

La sequía es un fenómeno que los sicilianos tienen que enfrentar cada verano, por desgracia el calentamiento global solo ha empeorado la situación, pues cada vez es más intenso.

De acuerdo con el profesor de hidrología, Leonardo Valerio Noto, de la Universidad de Palermo, solo este año las precipitaciones han disminuido alrededor de 350mm respecto al pluviómetro anual medio de 750mm.

«Muchas de estas presas se encuentran ya en una situación casi crítica. Algunos están prácticamente vacíos y otros, particularmente aquellos que abastecen a las grandes ciudades, experimentan una disminución significativa de recursos», explicó.

Se espera que para el 2025 la sequía sea peor, porque no se tendrá agua suficiente para extraer en la superficie, además de que en algunas provincias, sobretodo en el sur, ya carecen de agua potable y se ven sometidas a recurrir a cortes del suministro.

El Instituto Nacional de Estadística calculó que esta agua desperdiciada podría satisfacer las necesidades anuales de 43 millones de personas, es decir, tres cuartas partes de la población en Sicilia.

Según explica la región de Sicilia, a principios de julio se firmó con el Estado un plan hídrico de 1.600 millones de euros, al rededor de 1.750 millones de dólares, para que, entre otros objetivos, se reduzca la pérdida de agua.

Sin embargo, hace falta que las autoridades locales gestionen correctamente los casos, por ejemplo, el ayuntamiento de Agrigente, al sur de la isla, perdió casi 50 millones de euros por no responder a tiempo a la licitación.

Aunque en los últimos años se han registrado una de las tasas de natalidad más altas en el país, Sicilia es una de las cinco regiones italianas que se despuebla más rápidamente desde hace una década debido a la falta de agua.

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