En una maleta roja, unos niños descubrieron el cuerpo desmembrado del empresario argentino Fernando Pérez Algaba, quien permanecía desaparecido desde hace poco más de una semana.

El empresario, que se dedicaba a las criptomonedas, era originario de Argentina, pero su vida la vivía viajando constantemente entre Latinoamérica, España y Estados Unidos

¿Qué dijo la policía?

En la ribera de un arroyo en la localidad de Ingeniero Budge, Buenos Aires, los niños descubrieron los brazos y piernas al interior de una maleta de viaje roja.

Inmediatamente, los padres de los menores dieron a conocer la información a la policía bonaerense y, días más tarde, específicamente el miércoles 26 de julio, personal policial encontró los restos faltantes: su torso y cabeza, buscando en el lugar.

Fueron las mismas autoridades quienes informaron que los restos del cuerpo estaban limpiamente cortados, correspondiente con el trabajo de un «profesional».

De hecho, desde los medios argentinos reportan que el crimen ahora se investiga como un posible ajuste de cuentas, a causa de las deudas que la víctima tenía.

¿Quién era Fernando Pérez Algaba?

Fernando Pérez Algaba, apodado «Lechuga», era un empresario de 41 años que había logrado migrar del país vecino, para establecer sus negocios en el extranjero.

Recién a principios de este año hizo de la ciudad de Castelar, en Argentina, su residencia permanente, pero previamente había vivido en Barcelona y Miami.

En su país lo describían como un trader, un comerciante de activos financieros, escribieron desde El País, lo que le permitía presumir una vida en la que abundaban diferentes tipos de lujos.

Pero la verdad es que su vida era muy distinta. Durante los últimos meses, su empresa, «Motors Lettuce SRL», empezó a emitir cheques que rebotaban.

Aparentemente, en un negocio con criptomonedas perdió tanto dinero que terminó pidiendo un préstamo al hijo de uno de los mayores líderes de la barra brava de Boca Juniors. Monto que no habría pagado y por el que habría advertido a cercanos y familiares que si le pasaba algo, «ya estaban todos avisados».

Por ahora, solo una mujer ha sido arrestada por el crimen contra Pérez Algaba, una residente argentina quien habría sido rastreada gracias a unos documentos al interior de la maleta.

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