El jueves pasado, la Fuerza Aérea del Perú (FAP) confirmó la desaparición de un avión Mirage 2000 en Arequipa, cuando realizaba prácticas de entrenamiento de navegación a baja altura. Este viernes, restos de la aeronave fueron localizados en el nevado Picchu Picchu, cercano al distrito de Chiguata en Arequipa, según informó el general PNP Colin Macleod Sim Galván.

Horas después, también se informó del hallazgo del cuerpo sin vida del piloto, identificado como el mayor FAP Ramiro Rondón Medina.

A través de un comunicado, la Fuerza Aérea del Perú precisó que a las 11:05 a.m. aproximadamente, “las tripulaciones de las aeronaves y patrullas terrestres que integran el Sistema de Búsqueda y Rescate de la Fuerza Aérea del Perú, ubicaron la zona de impacto de la aeronave Mirage 2000P, en la Ladera Oeste del Nevado Picchu Picchu, donde hallaron los restos mortales del piloto”.

La desaparición del avión se produjo después de despegar de la Base Aérea de La Joya, perdiendo comunicación con la Base de Control. La búsqueda por tierra y aire se retomó al amanecer de este viernes, involucrando helicópteros y avionetas.

El día de su desaparición el avión ejecutaba ejercicios de entrenamiento a baja altura y perdió comunicación con la base alrededor de las 10:30 a.m., según confirmó la Fuerza Aérea del Perú. Las operaciones de búsqueda se activaron una media hora más tarde, abarcando un amplio rango de zonas cercanas a su último punto de contacto.

La FAP también anunció que activó a la Junta de Investigación de Accidentes (JIA) con la finalidad de determinar las posibles causas del accidente.

Ramiro Rondón Medina, el piloto fallecido, se graduó como piloto de aeronaves de combate en la Escuela de Formación de Pilotos de la Base FAP Capitán FAP Renán Elías Olivera, en Pisco, en 2015. En 2017, recibió el Ala de Oro por su destacada labor durante su etapa de formación de vuelos, siendo reconocido como el mejor de su promoción en aviadores de caza.

En el 2022 fue ascendido a Mayor FAP y es recordado por sus compañeros como un piloto ejemplar. Casado y con dos hijos, Rondón Medina deja un gran vacío en la comunidad aeronáutica peruana.