Estados Unidos aprobó planes para llevar a cabo una serie de ataques dirigidos a objetivos iraníes en Siria e Irak como respuesta al ataque perpetrado contra soldados estadounidenses en Jordania.

Estos ataques se planifican para desarrollarse a lo largo de varios días, y su ejecución estará sujeta a las condiciones climáticas.

El incidente que provocó esta operación fue el ataque con un avión no tripulado que resultó en la muerte de tres soldados estadounidenses en Jordania, en una zona cercana a la frontera con Siria.

Estados Unidos anunció que llevará a cabo estas acciones de manera independiente, sin la colaboración de países aliados.

La Casa Blanca atribuyó la responsabilidad del ataque al grupo Resistencia Islámica en Irak, una coalición de milicias respaldadas por Irán, según declaraciones del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Este grupo, que se presume cuenta con milicias financiadas, armadas y entrenadas por la Guardia Revolucionaria de Irán, previamente había reclamado la autoría del ataque.

A pesar de las afirmaciones de Estados Unidos, Irán ha negado su participación en el ataque, que también resultó en heridas para otros 41 efectivos militares.

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