Estados Unidos anuncia una nueva inversión millonaria para hacer frente a la crisis climática. El país norteamericano destinará 3 millones de dólares adicionales al Fondo Climático Verde, convirtiéndose así en la segunda aportación de Washington a este fondo, luego de haber anunciado previamente una contribución de 2.000 millones de dólares.

El Fondo Climático Verde es el principal mecanismo para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse al cambio climático y reducir la contaminación producida por los combustibles fósiles. Esta iniciativa busca mitigar los efectos negativos que el calentamiento global está teniendo en el planeta.

La noticia surge en medio de la ausencia del presidente estadounidense, Joe Biden, en la cumbre climática de Dubái. En su lugar, ha enviado a la vicepresidenta, Kamala Harris, como máxima representante del país. La ausencia de Biden ha generado críticas, especialmente después de su participación en las citas anuales de 2021 y 2022.

El recurso se destinará a energías renovables

Sin embargo, la decisión de Estados Unidos de aportar solo 17.500 millones de dólares al fondo destinado a mitigar los desastres climáticos ha sido objeto de críticas. Esta cantidad está muy por debajo de lo invertido por países como Emiratos Árabes Unidos (100 millones de dólares), Alemania (100 millones de dólares) y Reino Unido (50 millones de dólares).

Este anuncio también coincide con la visita de Harris a la región de Oriente Próximo, donde abordará, además de la crisis climática, la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza. La Casa Blanca ha indicado que la vicepresidenta se centrará en la planificación del momento posterior a la crisis.

La declaración de Harris en la COP28 ha sido criticada por la directora de política global de Greenpeace Internacional, Tracy Carty. Carty reprochó a la vicepresidenta de Estados Unidos por no abordar «la eliminación rápida de todos los combustibles fósiles», que considera una máxima prioridad en esta cumbre climática.

Greenpeace exige acciones concretas

Greenpeace también ha señalado que Estados Unidos no ha tomado ninguna medida para frenar la producción de petróleo y gas, lo cual contradice el acuerdo mundial sobre la eliminación de los combustibles fósiles. En particular, la organización ha criticado los permisos otorgados para el proyecto Willow y otras explotaciones de petróleo y gas, así como la autorización de nuevos oleoductos y terminales de exportación de gas natural licuado.

Por lo tanto, hace un llamado a la Administración Biden para que tome medidas concretas en su país, comenzando por la paralización inmediata de todos los nuevos proyectos relacionados con los combustibles fósiles.