En un nuevo capítulo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el Departamento de Estado decidió prolongar por un año más la inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, según revela el informe de 2022 sobre terrorismo en el mundo publicado recientemente. Esta medida, que conlleva sanciones significativas, ha generado reacciones y cuestionamientos tanto a nivel nacional como internacional.

La lista, que también incluye a Corea del Norte, Irán y Siria, se estableció en enero de 2021 durante la administración del expresidente Donald Trump. En ese momento, la justificación principal fue la presencia en Cuba de miembros de la guerrilla colombiana del ELN (Ejército de Liberación Nacional), quienes viajaron a La Habana para participar en negociaciones de paz con el gobierno de Colombia.

En el informe de 2022, la administración del presidente Joe Biden destaca que el gobierno cubano no respondió formalmente a las solicitudes de extradición de los líderes del ELN, Pablo Tejada y Pablo Beltrán, presentadas por Colombia. Además, se denuncia que Cuba continúa albergando a varios fugitivos de la justicia estadounidense buscados por cargos relacionados con violencia política, algunos de los cuales han residido en la isla durante décadas.

La designación de un país como patrocinador del terrorismo por parte de Estados Unidos conlleva una serie de sanciones, incluyendo la prohibición de la venta de armas, un mayor control sobre las exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, requisitos más estrictos para los visados y diversas sanciones económicas.

El paso de Cuba por la lista de países patrocinadores del terrorismo

Cuba había formado parte de esta lista desde 1982, pero fue retirada en 2015 durante la etapa de acercamiento impulsada por el expresidente Barack Obama. Sin embargo, la llegada de Trump revirtió esta política de apertura, incrementando las sanciones sobre La Habana y poniendo fin al proceso de deshielo.

La administración actual de Biden ha mostrado algunos gestos hacia Cuba, como la eliminación del límite de remesas para la isla, pero aún se encuentra lejos de retomar el enfoque de acercamiento de Obama. Esta decisión de mantener a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo plantea preguntas sobre el rumbo de las relaciones bilaterales y la posibilidad de futuros cambios en la postura estadounidense.

En respuesta a esta decisión, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, exigió en reiteradas ocasiones que Washington retire a su país de esta lista, argumentando que la inclusión es injustificada y tiene serias implicaciones económicas para la isla. La comunidad internacional observa de cerca estos acontecimientos, esperando que se abran nuevos espacios para el diálogo y la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

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