El presidente Joe Biden ha enviado un claro mensaje al primer ministro Benjamín Netanyahu: Estados Unidos no participará en una contraofensiva contra Irán en caso de que Israel decida tomar represalias por el reciente ataque masivo con aviones no tripulados y misiles dirigidos a territorio israelí.

Esta declaración, hecha por un funcionario de la Casa Blanca, ha generado una ola de tensión en la región de Medio Oriente y ha desencadenado llamados internacionales a la moderación para evitar una escalada mayor.

La llamada telefónica en la que Biden informó a Netanyahu de la posición de Estados Unidos fue confirmada por un alto funcionario de la Casa Blanca a la agencia Reuters, lo que deja claro que la nación norteamericana no quiere verse envuelta en un conflicto directo con Irán. A pesar de esto, Estados Unidos continuará apoyando a Israel en su defensa, pero busca evitar una guerra abierta en la región.

Ataque masivo

El ataque lanzado por Irán en respuesta a un presunto ataque israelí previo ha causado daños limitados en Israel, gracias a la intervención de aliados internacionales como Estados Unidos, Gran Bretaña y Jordania, quienes lograron interceptar la mayoría de los misiles y drones lanzados desde territorio iraní. A pesar de que una base aérea sufrió un impacto, los daños fueron mínimos y solo se reportó un niño herido.

Por su parte, altos funcionarios israelíes han declarado que no planean tomar represalias de manera inminente y que buscarán formar una coalición regional para exigir un precio a Irán en el momento oportuno. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, advirtió sobre la amenaza que representa Irán y su supuesto desarrollo de armas nucleares en misiles, aunque el país persa niega esta acusación.

En medio de la escalada de tensiones, Irán ha comunicado a varios países, incluido Turquía, sobre el ataque planeado como respuesta a los «crímenes israelíes» y ha asegurado que considera el asunto concluido. Mientras tanto, potencias globales como Rusia, China, Francia y Alemania, así como naciones árabes como Egipto, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, han instado a la moderación y el diálogo para evitar un conflicto mayor.

Mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para discutir la situación y buscar soluciones diplomáticas que eviten una escalada de violencia en la región.

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