Estados Unidos ha anunciado este martes que amplía las restricciones a los visados de aquellos implicados en la explotación laboral de trabajadores cubanos en el extranjero, particularmente en las misiones médicas organizadas por el régimen de la isla.

El Departamento de Estado ha emitido un comunicado en el que señala que esta política ampliada se extiende a trabajadores actuales o antiguos del Gobierno cubano, así como a individuos de otros países que participan en este programa de «explotación» de la mano de obra cubana. Además, se incluye a la familia inmediata de estas personas en la mira de las restricciones de visado.

Washington ha expresado su compromiso en combatir la práctica del trabajo forzoso en todo el mundo y ha destacado que Cuba se beneficia económicamente de los esfuerzos de sus trabajadores en el extranjero, privando a la población local de la atención médica que tanto necesitan.

Las misiones médicas cubanas en el exterior han sido objeto de críticas por parte de organizaciones intergubernamentales y gobiernos extranjeros, que han denunciado la trata de personas patrocinada por el Estado en estos programas. Según informes de la ONG Human Rights Foundation, estas misiones han generado miles de millones de dólares para el régimen cubano a lo largo de los años.

Durante la pandemia de coronavirus, el Gobierno cubano aprovechó la oportunidad para expandir sus misiones médicas en el extranjero, enviando a miles de trabajadores sanitarios adicionales a diversos países. Esta acción le permitió al régimen compensar la pérdida de ingresos por la disminución del turismo debido a la crisis sanitaria global.

Sin embargo, el beneficio económico generado por estas misiones se concentra en el Estado, que controla todo el sistema médico en Cuba y utiliza a los profesionales de la salud como una fuente importante de ingresos extranjeros.

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