Bruselas.- Europa se ha visto afectada por la interrupción del suministro de gas ruso a través de Ucrania, después de que Kiev y Moscú confirmaran que el contrato de cinco años para el tránsito de gas llegó a su fin el miércoles. Esta situación se presenta como un evento histórico que marca un cambio en el panorama energético del continente.

El corte en el tránsito de gas ruso a Europa a través de Ucrania se dio tras la expiración del contrato que había sido firmado en 2019, beneficiando económicamente a ambas partes hasta que la guerra entre Rusia y Ucrania estalló en febrero de 2022. Desde las 08:00 (05:00 GMT), Gazprom, el gigante ruso del gas, anunció que no se ha suministrado más gas ruso para el tránsito vía Ucrania.

Ante esta situación, el ministro ucraniano de Energía, Guerman Galushchenko, celebró el corte del tránsito de gas ruso como un hito histórico que conllevará pérdidas financieras para Rusia. Este cambio en el suministro de gas ruso a Europa se suma a la interrupción que se había dado en el gasoducto Nord Stream en el mar Báltico hace más de dos años.

Contrato de suministro de gas ruso a Europa llega a su fin

Con el fin del tránsito por Ucrania, Europa dependerá ahora del gasoducto TurkStream y su prolongación Balkan Stream para recibir gas ruso, así como de las importaciones de gas natural licuado (GNL) en buques cisterna. Esta realidad impacta considerablemente en países como Moldavia, que ha decretado emergencia energética ante la dependencia de gas ruso en su suministro de energía.

Además, la región separatista moldava de Transnistria se ve aún más afectada al depender exclusivamente del gas ruso, mientras que el resto de Moldavia puede recibir suministros desde Rumanía. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha hecho hincapié en que su país no permitirá que Moscú se beneficie económicamente mientras continúa la agresión contra Ucrania.

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