El ex presidente Evo Morales ha lanzado duras acusaciones contra el presidente Luis Arce y el gobierno de Estados Unidos, a quienes responsabiliza de querer sacarlo de la contienda electoral en Bolivia y evitar que pueda participar en las próximas elecciones presidenciales.

Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ha denunciado públicamente que Arce, quien alguna vez fue su aliado en la lucha indígena, se ha aliado con la élite y el gobierno estadounidense para llevar a cabo una campaña de persecución en su contra, poniendo en riesgo su vida y dificultando su participación en la vida política del país.

El ex presidente boliviano asegura que sufre la persecución de la justicia, con al menos 15 procesos abiertos en su contra, incluso habiéndosele impedido su registro como candidato presidencial para las elecciones de 2025. Además, denuncia un intento de asesinato en su contra a finales de octubre, señalando directamente a Arce como responsable de este atentado.

Morales sostiene que la estrategia del gobierno boliviano es detenerlo «vivo o muerto», y que se ha intentado acabar con su vida en múltiples ocasiones. Asimismo, ha acusado indirectamente a Estados Unidos de estar detrás de estos ataques, señalando la presencia de personas extranjeras en el helicóptero desde el cual se llevó a cabo el intento de detención en su contra.

El ex mandatario ha sido contundente en sus declaraciones, asegurando que el objetivo de la élite mundial, encabezada por Estados Unidos, es evitar que Bolivia siga un modelo político que atente contra el capitalismo y el imperialismo. Morales sostiene que su administración logró poner a Bolivia en el mapa internacional y que su expulsión de la contienda electoral busca silenciar su voz y su legado.

En medio de estas acusaciones, Morales pidió al gobierno boliviano a respetar su vida y su derecho a participar en la vida política del país, alegando que su lucha ha sido siempre en favor de los más humildes y la justicia social.

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