El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, ha dejado claro su interés y determinación de postularse a la Presidencia en las elecciones nacionales de 2025, a pesar de los obstáculos legales que se han presentado en su camino político.

Recientemente, Morales ha enfrentado dos golpes que limitan sus aspiraciones: un fallo constitucional que le impide ser candidato y otro que le arrebata el control del partido que lideró durante más de dos décadas.

En un encuentro con sus seguidores realizado este martes en la localidad de Lauca Ñ en el Trópico de Cochabamba, Morales y su equipo del evismo han decidido emprender una «batalla legal» para recuperar la sigla del Movimiento Al Socialismo (MAS).

En el caso de no lograr dicho objetivo a tiempo, el ex presidente participará en las próximas elecciones a través de una alianza política alternativa.

Durante la reunión, Morales expresó su determinación al afirmar: “Vamos a dar una batalla legal para que se respete el MAS-IPSP, pero también no vamos a descuidar, (tenemos un) plan B. A prepararnos, si no reconocen los veedores, si no nos devuelven la sigla del MAS, esta reunión ha decidido un plan B: vamos a participar en alianza en las elecciones del 2025”.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) recientemente acató una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que validaba un congreso del ala arcista del partido en el que había sido elegido  como líder del partido en reemplazo de Morales.

Este congreso, celebrado en mayo de 2024, no fue inicialmente reconocido por el TSE por no cumplir con ciertos requisitos establecidos.

En octubre de 2023, las organizaciones sociales afines a Evo Morales realizaron otro congreso del partido en el que ratificaron su liderazgo y lo proclamaron como candidato para 2025.

Sin embargo, dicho encuentro tampoco fue validado por incumplimiento de los requisitos de la convocatoria.

A pesar de los intentos fallidos por retomar el control del partido, una sala del TCP emitió una sentencia en noviembre validando “todos los actos de ejecución incluido el Congreso Nacional Ordinario del MAS-IPSP llevado adelante en El Alto del 3 al 5 de mayo de 2024”, lo que implica el reconocimiento de Grover García en lugar de Morales.

Evo Morales va con todo

Morales y su equipo legal buscarán revertir esta determinación, aunque expertos en derecho constitucional como José Luis Santistevan consideran que es altamente improbable.

Según Santistevan, “contra los fallos del TCP no cabe recurso ulterior ni recursos ordinarios”, lo que prácticamente descarta la posibilidad de que el ex presidente recupere la titularidad del MAS.

Además de abordar la cuestión del partido, el encuentro del evismo también incluyó demandas para la liberación de los dirigentes detenidos tras los bloqueos realizados por simpatizantes de Morales.

Asimismo, se abogó por la resolución de la crisis económica y el desabastecimiento de combustible, especialmente de diésel, que ha afectado a varios sectores durante más de un mes.

Pese a los obstáculos y desafíos en su camino hacia las elecciones de 2025, Evo Morales sigue firme en su determinación de regresar al poder y liderar Bolivia una vez más. Su lucha legal y política continúa, marcando un nuevo capítulo en la historia política del país.

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