La condena de Johan Mapaga, reconocido exagente de modelos en Francia, dejó al descubierto las terribles violaciones y agresiones sexuales que cometió contra quince jóvenes, a las que mantenía bajo su influjo con la promesa de llevarlas a las pasarelas de moda. La corte de París lo ha sentenciado a 16 años de cárcel, declarándole culpable de «violaciones» y «agresiones sexuales cometidas por una persona que abusa de su autoridad».

El juicio de Mapaga atrajo la atención de los medios y la corte estuvo llena de momentos emotivos y declaraciones impactantes. Christophe Auger, abogado general en el caso, afirmó frente al acusado: «Usted no les hizo el amor a las quince partes civiles. Usted las violó». Estas palabras resonaron en la sala, dejando claro el sufrimiento y el trauma que había causado el exagente a estas jóvenes.

Mapaga, de 43 años, reconoció su culpabilidad y declaró: «Soy consciente del mal que hice. No tengo nada que añadir». Sin embargo, su abogado argumentó que su cliente no representaba un peligro, a pesar de la naturaleza inquietante de su perfil.

El tribunal impuso además a Mapaga 7 años de supervisión sociojudicial y le prohibió ejercer cualquier actividad futura en la industria de la moda. Esta medida busca proteger a posibles víctimas y evitar que el acusado vuelva a abusar de su autoridad.

Según la acusación, Mapaga utilizaba el mismo modus operandi con todas sus víctimas. Abordaba a las jóvenes en la calle, en lugares públicos o incluso en la salida de la escuela, ofreciéndoles la oportunidad de convertirse en modelos y prometiéndoles una exitosa carrera en el mundo de la moda, ya sea a nivel nacional o internacional.

Una vez que lograba separarlas de sus familias, las sometía a estrictas dietas y comenzaba a ejercer un control psicológico sobre ellas. Las humillaciones, el acoso moral y las palabras denigrantes se sumaban a las agresiones sexuales que Mapaga perpetraba en contra de estas jóvenes.

Durante el juicio, el acusado negó los abusos, afirmando que las relaciones sexuales fueron «consentidas». Sin embargo, las víctimas describieron cómo se vieron forzadas a someterse a los requerimientos del exagente y cómo sufrieron tanto física como emocionalmente.

Tras el veredicto, las jóvenes demandantes recibieron la noticia entre lágrimas y expresaron su alivio. «Por fin», dijo una de ellas, quien en el momento de los hechos era menor de edad.