El exembajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, fue arrestado el viernes por el FBI en Miami bajo cargos de espionaje para el gobierno cubano. El arresto se produjo tras una denuncia penal y se espera que se revelen más detalles sobre el caso en una comparecencia ante el tribunal el próximo lunes.

Según fuentes cercanas a la investigación, el Departamento de Justicia acusa a Rocha de trabajar en beneficio del régimen cubano sin haberse registrado como agente extranjero, como lo exige la ley federal.

Hasta el momento, el Departamento de Justicia no ha emitido comentarios sobre el caso. Por otro lado, no se ha confirmado si Rocha cuenta con un abogado que lo represente. Un bufete de abogados donde trabajó anteriormente afirmó que no llevaba su defensa. Además, su esposa colgó el teléfono cuando se intentó contactar con ella.

Rocha, de 73 años, cuenta con una amplia carrera diplomática de 25 años, desempeñándose bajo diferentes administraciones demócratas y republicanas. Gran parte de su trayectoria se desarrolló en América Latina durante la Guerra Fría. Incluso, llegó a ocupar un puesto en la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, en un momento en el cual ambos países no mantenían relaciones diplomáticas plenas.

Rocha también sirvió en otros países como Italia, Honduras, México y la República Dominicana, y se desempeñó como experto en América Latina para el Consejo de Seguridad Nacional.

El caso de Manuel Rocha ha generado gran repercusión tanto a nivel nacional como internacional. Se espera que durante la comparecencia ante el tribunal el próximo lunes se revelen más detalles sobre los cargos y las pruebas presentadas en su contra. El arresto del exembajador ha dejado una gran incertidumbre sobre su futuro y ha resaltado la importancia de la lucha contra el espionaje y la influencia de gobiernos extranjeros dentro de Estados Unidos.