Manila.- Filipinas continúa lidiando con una ola de calor extremo que ha llevado a las autoridades a mantener el cierre de escuelas en decenas de ciudades a lo largo del país. Con temperaturas que alcanzan hasta los 48 grados y una sensación térmica insoportable, las clases han sido suspendidas desde el 29 de abril como medida preventiva.

El Ayuntamiento de Manila fue uno de los primeros en anunciar la suspensión de las clases en centros públicos de educación primaria y secundaria por dos días. Esta medida también incluye la sugerencia de emplear «modos alternativos de enseñanza», como clases en línea y otros métodos no presenciales, para garantizar la seguridad de los estudiantes.

A pesar de que los colegios privados y universidades tienen la libertad de decidir si mantienen o suspenden las clases, las autoridades locales han aconsejado enérgicamente la suspensión debido al índice de calor peligroso que ha alcanzado los 45 grados, según la Oficina de Reducción de Desastres de Manila.

El índice de calor, que se calcula al considerar la combinación de la temperatura con la alta humedad, ha llevado a numerosas ciudades en provincias como Albay, Masbate, Cavite, Rizal, Ilocos Norte, Bohol y Zamboanga a seguir el ejemplo de Manila y cancelar las clases por las altas temperaturas.

Esta medida se implementó a nivel nacional el 29 y 30 de abril, aprovechando el feriado del 1 de mayo por el Día Internacional del Trabajo. La ola de calor no solo afecta a Filipinas, sino también a otros países de la región como Birmania (Myanmar), Camboya, Tailandia y Vietnam, donde las altas temperaturas combinadas con la humedad han provocado estragos.

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