El gobierno francés ha iniciado una investigación antiterrorista luego de un ataque cometido este sábado frente a la sinagoga Beth Yaacov en La Grande-Motte, al sur del país. Dos automóviles fueron incendiados, uno de ellos con una bombona de gas, lo que provocó una explosión que dejó a un policía herido.

El presidente Emmanuel Macron condenó el acto como un «acto terrorista» y enfatizó en la importancia de combatir el antisemitismo en el país y solicitó reforzar la seguridad en las zonas cercanas a los lugares de culto judíos.

Según las autoridades locales, un individuo aparece en imágenes de cámaras de seguridad prendiendo fuego a los vehículos. Se sospecha que portaba una bandera palestina, lo que ha avivado la preocupación en medio del conflicto en la Franja de Gaza.

Otra fuente indicó que el hombre llevaba dos botellas vacías y tenía  una bandera palestina en la cadera y, al parecer, abandonó el lugar a pie. Otra de las imágenes también lo muestra posiblemente armado con una pistola de 9mm.

El primer ministro saliente, Gabriel Attal, declaró que este fue un «acto antisemita» y reafirmó el compromiso del gobierno en garantizar la seguridad de la comunidad judía en Francia.

«La sinagoga de La Grande-Motte ha sido objeto de un ataque esta mañana. Un acto antisemita. Una vez más nuestros ciudadanos judíos son el blanco», escribió en su cuenta de X.

La explosión se produjo en pleno Sabbat, un día de descanso semanal para los judíos, aunque por fortuna no había ningún oficio en curso, de acuerdo con la gendarmería encargada de las investigaciones.

«En el interior de la sinagoga había cinco personas, entre ellas un rabino; ninguna de ellas resultó herida», confirmaron en un comunicado de la Fiscalía Nacional Antiterrorista.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista está a cargo de la investigación, que se ha intensificado dado el carácter nefasto del ataque. El gobierno ha contabilizado un aumento significativo en los actos antisemitas en el país, con 887 registrados en el primer semestre de 2024, casi triplicando las cifras del año anterior.

El Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF) ha condenado el ataque como un intento de asesinato hacia la comunidad judía.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, describió el ataque como «evidentemente criminal» y ha ordenado un aumento en la presencia policial alrededor de los lugares de culto judíos en todo el país.

Con la mayor población judía fuera de Israel y Estados Unidos, Francia se enfrenta a una creciente ola de intolerancia que requiere una respuesta contundente por parte de las autoridades.

Mientras tanto, las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos.

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