A partir del 1 de julio de 2025, fumar un cigarro en lugares al aire libre en Francia será oficialmente una infracción. La nueva medida del Gobierno francés busca reducir drásticamente la exposición al humo de segunda mano, especialmente en sitios frecuentados por menores de edad.

Con esta decisión, Francia se convierte en uno de los países más estrictos de Europa respecto al consumo de tabaco en espacios públicos, y marca un hito en su lucha contra lo que califican como “la principal causa de muerte evitable”.

La prohibición incluye playas, parques, jardines públicos, instalaciones deportivas, zonas escolares y paradas de autobús. Se trata de un mensaje claro: “donde hay niños, el tabaco debe desaparecer”, afirmó Catherine Vautrin, ministra de Trabajo, Salud, Solidaridad y Familias.

Las cifras son contundentes. Según datos oficiales, alrededor de 75 mil personas mueren anualmente en Francia por causas relacionadas con el tabaco, lo que representa más de 200 fallecimientos diarios. Por eso, el gobierno decidió actuar con firmeza y avanzar hacia lo que denominan “la primera generación sin tabaco”.

Si bien ya existían restricciones en espacios cerrados y cercanos a escuelas, esta nueva normativa amplía el alcance de las zonas libres de humo, generando un precedente que podría ser replicado en otros países, incluidos México y algunos de América Latina.

¿Qué pasa con los cigarrillos electrónicos?

La prohibición no incluye a los cigarrillos electrónicos… al menos por ahora. No obstante, el gobierno dejó claro que están considerando desarrollar regulaciones específicas para los vapeadores, debido al crecimiento de su consumo, sobre todo entre jóvenes.

Un estudio reciente del Observatorio Francés de Drogas y Conductas Adictivas (OFDT) reveló que el consumo de tabaco en adolescentes ha venido disminuyendo en los últimos años, pero que el uso de dispositivos electrónicos ha generado una nueva ola de dependencia que preocupa a las autoridades sanitarias.

El anuncio provocó reacciones divididas. Algunos aplaudieron la decisión, considerándola un acto de valentía por parte del gobierno, mientras que otros usuarios en redes sociales cuestionaron si la prohibición llega demasiado lejos y podría vulnerar libertades individuales.

Aun así, organizaciones médicas y asociaciones de prevención del tabaquismo respaldan la medida, señalando que este tipo de regulaciones no solo protege la salud de los fumadores pasivos, sino que también envía un mensaje contundente a las futuras generaciones: fumar ya no es socialmente aceptable.

Aunque países como México han adoptado políticas similares como la prohibición de fumar en playas y espacios públicos desde 2023, la implementación y vigilancia en muchos casos sigue siendo irregular. La contundencia del modelo francés podría inspirar a más gobiernos a endurecer sus normas en favor de la salud colectiva.

Con esta medida, Francia no solo restringe el uso del cigarro, también abre el debate internacional sobre la convivencia entre libertades personales y protección sanitaria, especialmente cuando se trata de la infancia y el bienestar social.

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