Toda forma de vida en los alrededores de la central nuclear de Chernóbil ha evolucionado para adaptarse a las condiciones del entorno tras el desastroso accidente de 1986.
Científicos han descubierto que diversas especies se han convertido en superespecies capaces de tolerar los altos niveles de radiación en la zona.
Un estudio reciente de la Universidad de Nueva York reveló que los gusanos cercanos a Chernóbil han desarrollado un nuevo «superpoder» que los hace aparentemente inmunes a la radiación.
Estos gusanos, con genomas simples, pasan por numerosas generaciones en poco tiempo, lo que los convierte en sujetos ideales para estudios evolutivos.
Los investigadores recolectaron muestras de gusanos del suelo y otros materiales orgánicos en Chernóbil, y en el laboratorio no encontraron evidencia de daño por radiación en sus genomas.
Este descubrimiento ofrece pistas sobre la variabilidad en la reparación del ADN entre individuos y tiene implicaciones en la investigación contra el cáncer.
También te puede interesar: Wilfrido Vargas hospitalizado en terapia intensiva por neumonía