Los hipopótamos de Pablo Escobar se están apoderando de las marismas de Colombia y podrían enfrentar el mismo destino que su difunto dueño antes de que se vuelvan imposibles de controlar, advirtieron los científicos.

Los llamados «hipopótamos de la cocaína» fueron importados ilegalmente al país por el notorio narcotraficante, quien fue asesinado a tiros por las autoridades en 1993, informó el Telegraph.

Pero las bestias que se reproducen rápidamente se han convertido en la especie invasora más grande del planeta, y podrían alcanzar números peligrosos en las próximas dos décadas.

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Cuando Pablo Escobar fue asesinado, las autoridades tomaron el control de su propiedad de 7 mil acres, incluido un zoológico personal y si bien la mayoría de los animales encontraron hogar en zoológicos en otros lugares, cuatro de los hipopótamos escaparon.

Sin depredadores reales, hay entre 80 y 100 descendientes de las antiguas mascotas de Escobar que aterrorizan los lagos y ríos del país, informó el Telegraph.

Los científicos han proyectado que la población de hipopótamos podría aumentar a mil 500 en 2024.

«Los hipopótamos representan una amenaza para la vida silvestre natural ya que su orina y heces son tóxicas y pueden enfermar a otras especies e incluso a los humanos», informó el Telegraph.

David Echeverri López, un ambientalista del gobierno, dijo que están apresurándose para castrar a las criaturas antes de que se hagan cargo. Otros temen que no les quede otra opción que matarlos.

“La reubicación podría haber sido posible hace 30 años, cuando solo había cuatro hipopótamos”, dijo Castelblanco-Martínez al medio. «La castración también podría haber sido eficaz si los funcionarios hubieran proporcionado recursos suficientes para el programa desde el principio, pero ahora la única opción es la matanza».