Este viernes el gobierno de Nueva Zelanda informó que Alan Hall, un hombre que pasó alrededor de 18 años encarcelado injustamente por un crimen que no cometió, será indemnizado con 3 millones de dólares, unos 51 millones de pesos mexicanos.

Hall fue condenado a cadena perpetua en el año de 1986, por el apuñalamiento mortal de un hombre durante un allanamiento de morada en Auckland.

Por otra parte, en el caso no contó con pruebas forenses que vincularan a Hall con la escena del crimen, inclusive había testigos que apuntaban a un asaltante de diferente altura y etnia, pero el acusado terminó declarado como culpable.

En algún momento recibió libertad condicional

En 1994, recibió la libertad condicional, pero en 2012 volvió a ser encarcelado bajo el argumento de violar las condiciones de su libertad. 

La Corte Suprema del Estado neozelandés admitió que el juicio inicial es  injusto y evidenció bien una “incompetencia extrema” o bien “una estrategia equivocada y deliberada de garantizar la condena”.

La ministra de Justicia, Deborah Russell, anunció el viernes que el hombre había aceptado una oferta de compensación de 4.9 millones de dólares neozelandeses, aproximadamente unos 3 millones de dólares estadunidenses.

El gobierno neozelandés “se disculpa sin reservas por su condena y encarcelamiento equivocados”, dijo Russell.

“Reconozco que la disculpa y la compensación nunca podrán remediar del todo la injusticia que Hall ha padecido”, dijo.
Medios locales han recibido un comunicado enviado por la familia de Alan Hall, en el que se declaran sentirse aliviados de que haya finalizado la injusticia en el caso y sobre todo celebraron haber podido limpiar el nombre de su familiar. Señalaron que “Alan tenía 24 años cuando lo arrestaron. Ahora tiene 61”.

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