El huracán Hone se desplazó justo al sur de Hawái en las primeras horas del domingo, provocando suficiente lluvia para que el Servicio Meteorológico Nacional levantara las advertencias de bandera roja debido a la posibilidad de incendios forestales en las zonas más secas del archipiélago.

Con vientos máximos de 130 km/h, según el Centro de Huracanes del Pacífico Central, Hone se acercó lo suficiente a la Isla Grande como para afectar la costa con vientos de tormenta tropical y arrojar más de 30 centímetros de lluvia en algunas áreas.

Mientras tanto, el huracán Gilma alcanzó la categoría 4 el sábado por la noche pero se encuentra a casi 2.400 km al este de Hilo y se pronostica que se debilitará antes de llegar a Hawái.

Las autoridades han advertido sobre posibles inundaciones, vientos dañinos y grandes olas a lo largo de las costas orientadas al este, por lo que algunos parques de playa en la Isla Grande han sido cerrados y se han preparado refugios en caso de necesidad.

Las preocupaciones sobre incendios forestales han aumentado en el estado, especialmente después del trágico incendio en Maui el año pasado que dejó 102 muertos.

Con condiciones extremadamente secas debido a la sequía y la baja humedad, la combinación de temperaturas cálidas y fuertes vientos es un peligro potencial.

Se han tomado medidas para prevenir los incendios

Residentes como Calvin Endo, de la junta vecinal de Waianae Coast, han tomado medidas preventivas para reducir la maleza y los riesgos de incendios en sus comunidades.

Endo ha expresado su preocupación sobre las viviendas cercanas a áreas con mucha vegetación seca que podrían ser propensas a incendios forestales. Aunque las causas del incendio de Lahaina aún están siendo investigadas, se plantea la posibilidad de que los cables eléctricos dañados y los postes de energía caídos por los fuertes vientos hayan sido un factor contribuyente.

Las compañías eléctricas del estado, Hawaiian Electric y Kauai Island Utility Cooperative, afirmaron estar preparadas para cortar la energía si fuera necesario para prevenir incendios, pero finalmente determinaron que no era necesario después del paso del huracán Hone por las islas.

Afortunadamente, un pequeño incendio en Waikoloa el viernes por la noche pudo ser controlado sin causar heridos ni daños materiales.

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