Los incendios en el Pantanal brasileño, el mayor humedal del mundo, se han incrementado de forma alarmante en medio de una intensa ola de calor que ha batido récords de temperaturas.

Según datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués), en lo que va de noviembre se han registrado 2.660 focos de incendio, lo que representa un aumento del 37% en comparación con los meses anteriores. Esta cifra es aún más preocupante si se compara con los escasos 57 focos registrados en el mismo periodo del año pasado.

El Pantanal, declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por Naciones Unidas, alberga una biodiversidad excepcional, con más de 3.500 especies de plantas, 463 de aves y 124 de mamíferos, incluyendo al emblemático jaguar. Sin embargo, la multiplicación de los incendios amenaza gravemente este ecosistema único en el mundo.

Ante esta situación crítica, el Gobierno de Brasil anunció medidas para combatir los incendios, como el refuerzo de los equipos de combate con más bomberos y aeronaves. Sin embargo, la situación se complica debido a las altas temperaturas que superan los 40º grados Celsius y a la tala ilegal que afecta a la región.

El Pantanal no es la única zona dañada por incendios en Brasil

Cabe resaltar que el Pantanal no es la única área afectada por los incendios en Brasil. La Amazonía también sufre una sequía extrema, considerada la peor de las últimas décadas. Todos los municipios del estado de Amazonas han declarado una emergencia medioambiental debido a los incendios, que ascienden a 7.727 focos en lo que va de mes y a 80.000 desde principios de año.

Detrás de esta situación se encuentra el fenómeno meteorológico conocido como El Niño, que provoca un calentamiento del Océano Pacífico, una disminución de las precipitaciones y un aumento de las temperaturas en el norte y el centro de Brasil. Esto contribuye a crear condiciones propicias para la propagación de los incendios.

Es urgente que se tomen medidas drásticas para controlar y mitigar los incendios en el Pantanal y en la Amazonía. La protección de estos ecosistemas es fundamental para preservar la biodiversidad y luchar contra el cambio climático. Además, es necesario abordar las causas subyacentes de la deforestación y la tala ilegal, en particular en el estado de Mato Grosso, donde se ha registrado un aumento del 9% en la deforestación en el último año.

La comunidad internacional también debe prestar atención a esta crisis ambiental y brindar apoyo a Brasil en sus esfuerzos por proteger estos valiosos ecosistemas. La atención y el compromiso global son esenciales para salvar el Pantanal y la Amazonía, y garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta.

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